Caeles
Midnight Melody
Pokémon:
¡Bienvenidos! Quería publicar alguno de mis escritos y el elegido ha sido este, un fanfic de pokémon que comencé a escribir en otro foro y que tenía abandonado desde hace ya un buen tiempo. La verdad es que esta es una idea que me gusta bastante y me daba pena dejarla sin final, así que he pensado que este era un buen lugar para obligarme a continuarla. ¿De qué va? Os dejaré una sola frase del prólogo para abrir el apetito.
Código:
Dicen que el mundo está plagado de misterios.
- Título: Pokémon: Wonderful Mysteries
- Autor: Caeles.
- Temática: Pokémon.
- Género: Misterio / Aventura / Ciencia ficción / Fantasía / Otros.
- Persona Narrativa: Tercera.
- Clasificación: +14
Índice:
-Prólogo: Esos maravillosos enigmas.
-Capítulo 1: Lo Prometo.
-Capítulo 2: Destinos Distantes, Sueños Cercanos // DExM
-Capítulo 3: Los Juegos de la Medianoche
-Capítulo 4: Nocturno; Obertura
[...]
¡Espero que os guste y gracias por leer! :3
Prólogo:
Esos maravillosos enigmas.
Esos maravillosos enigmas.
Dicen que el mundo está plagado de misterios.
—¡No, no, no! ¡Se equivoca, se equivoca por completo! ¡Yo no lo maté!
—Demasiado tarde para poner excusas, ¿no cree? Cerbero, amigo mío, lanzallamas.
Yo, personalmente, estoy de acuerdo con eso.
—¡Detén a tu Houndour! ¡No fui yo!
El pequeño cachorro negro inspiró profundamente y el aire se calentó a su alrededor. Unas llamas aparecieron en torno a su boca mientras alzaba la cabeza hacia el cielo.
—¡¡Yo no lo hice, maldito lunático!! ¡¡Para, por favor!! ¡¡No!!
Aunque existen misterios mucho más… interesantes que otros. Como por ejemplo, los asesinatos. Quién, cómo, por qué. Son incógnitas que se nos plantean diariamente a la gente como nosotros. Y, tristemente, debo reconocer que no siempre damos la mejor respuesta. A veces fallamos...
—¡¡No!!
El perro azabache abrió su boca, expulsando la tempestad de llamas sobre aquel hombre.
—¡Mierda!
…pero yo…
—¡Linoone, adelante, usa surf!
Sonrió, de la manera en la que solamente puede hacerlo un depredador que acaba de cazar a su presa.
Sí, lo admito, a veces fallamos en nuestras deducciones, a veces la realidad se escapa de nuestras manos y suponemos cosas que nunca sucedieron. Pero yo no soy así. Yo nunca fallo.
Hubo un resplandor rojo, y, casi al instante, una gigantesca ola convocada a la velocidad de la luz apagó las crueles llamas del juicio que se abalanzaban sobre aquella triste figura.
—Señor Sebastian Alecs, sabía que su Linoone podía utilizar surf desde el principio. Surf es un ataque de tipo agua que crea una ola gigante sobre el objetivo en batalla para acabar con él… o para crear las circunstancias ideales para un asesinato, ¿no cree?
Sebastian tragó saliva. Su cuerpo empezó a temblar y sus pupilas se contrajeron hasta convertirse en dos diminutos puntos negros.
—Aprovechó que la víctima estaba en la piscina para hacer que su Linoone utilizase surf y la empujase hacia el fondo de la misma hasta que muriera ahogada. Por eso hay marcas de mojado en todos los alrededores. Usted poseía en esos momentos el único pokémon que conocía ese movimiento, y no tiene una coartada válida para el momento del crimen. Usted es el asesino. Estoy seguro que con una búsqueda más exhaustiva, encontraremos más pruebas que corroboren que usted desapareció a la hora del crimen, y que no pudo estar en ningún otro lugar mas que aquí.
El hombre bajó la cabeza y echó a llorar, desconsolado. El sonido de unas esposas interrumpió el solemne silencio, solamente ahogado por las lágrimas de aquel que había arrebatado una vida.
Dicen que el mundo está plagado de misterios. Yo, personalmente, estoy de acuerdo con eso. Aunque existen misterios mucho más interesantes que otros. Como por ejemplo, los asesinatos. Por qué matamos los humanos, por qué jugamos a ser alguna especie de dios, decidiendo quién muere y quién no. Creo que esas son las únicas preguntas a las que no me veo capaz de responder.
Dicen que existen maravillosos enigmas por el mundo que nadie ha sido capaz de descifrar, secretos que nadie ha podido descubrir, incógnitas que nadie ha sido capaz de hallar.
—¡Bien hecho, Black! ¡Otro caso cerrado más que se añade a tu historial! —dijo una voz familiar a sus espaldas.
Un hombre cuarentón, con algo de barba y un cigarrillo en la boca avanzaba a hacia él a grandes zancadas, sonriendo felizmente.
—Vamos, inspector, no me adule tanto. ¿Qué quiere? Le conozco desde hace demasiado tiempo, usted no hace cumplidos a no ser que busque algo.
—¿Eh? ¡Jajaja, veo que no puedo utilizar esa clase de trucos contigo! Bien, como diría mi dermatólogo, ¡vayamos al grano!
—En serio, tiene que dejar de hacer esos chistes tan malos.
—Yo que pensaba que eran graciosos… —dijo haciendo una mueca divertida de tristeza— en fin, el caso es que se va a celebrar un juego de deducciones en cierto barco. Y nuestros contactos dicen que ellos podrían estar entre los invitados. Pensé que te gustaría saberlo.
Black se quedó en silencio por unos instantes y miró a su pokémon. El pequeño Cerbero se rascaba la cabeza con una de sus patas delanteras, ajeno a toda la conversación.
—Inspector… ¿le importa que me tome unos días libres?
—Por supuesto que no, yo arreglaré los papeles —aseguró sonriendo irónicamente— ¿A dónde te marchas, si puede saberse?
—No lo sé. ¿Cree que unos días de crucero son una buena idea?
—Sólo espero que no te metas en demasiados líos, Black. Disfruta de tus días en la mar.
El inspector siguió su camino y escoltó al detenido hasta el coche patrulla, mientras el pokémon siniestro miraba a su amo, interrogante.
—Lo siento, inspector, pero creo que no voy a tener demasiado tiempo para disfrutar. Vámonos, Cerbero.
Dicen que el mundo está plagado de misterios. Si queréis saber mi humilde opinión, creo que no existe un solo enigma en el mundo al que el ser humano no sea capaz de responder.
Última edición: