Karlsetin
Leyenda de WaH
Bueno, como dice el título la idea de esto es hacer literalmente una galería literaria, del mismo modo que tengo una de sprites. Aquí subiré y postearé cuentos más o menos cortos pero que se caractericen por no exceder el capítulo único.
Estrenaré éste espacio con dos relatos del 2013. Sapito y Corazón partido en dos. Espero sean de su agrado.
Estrenaré éste espacio con dos relatos del 2013. Sapito y Corazón partido en dos. Espero sean de su agrado.
Había una vez un sapito que luchó y luchó por llegar a la luna. Saltaba y saltaba cada noche deseando llegar más alto y sufriendo el triste desengaño de sentir que la tenía entre sus manos y darse cuenta que era incapaz de hacerse con ella. Día tras día sufría y lloraba mientras cada noche veía aquella luna tan distante y a él tan lejos de alcanzarla. Pero fue un mágico día que mirando a la luna afligido sintió un ruido entre las aguas del lago que llamó su atención y vio luego en ellas el reflejo de la luna, para apreciar al instante el espectáculo más bello que había podido ver. Pues vio ante él salir a una hermosa sapita. Fue entonces que su corazón latió con fuerza, de un modo u otro sabía que era un regalo de la luna que premiando su esfuerzo y apiadándose de su pesar le había dado una hermosa compañera.
La muerte llegó lenta, una noche de invierno mientras afuera llovía copiosamente. Nunca nadie esperaba que algo así ocurriría, se decía que habían oído ruidos raros fuera, una suerte de ave, y los más temerosos señalaban que era la voz del tue-tue que venía a dar aviso de lo que el joven haría. Pero nadie sabría jamás que ocurría en verdad en la cabeza de aquel muchacho, que sin pensarlo dos veces atravesó su corazón de lado a lado con un mensaje escrito en una hoja de papel que colocó especialmente entre su pecho y el filo de la daga. "Yo partí en dos tu corazón, ahora es mi turno de romper el mío"
Ideas que se esfuman
Tengo unas ganas enormes de tomar un lápiz y ponerme a escribir para no parar, pero las ideas que llegan a mi se golpean y empujan con fuerza queriendo poder nacer de mi mano y salir de este útero que es mi mente para ellas. Algunas deben estar aun más tiempo para nacer bien, otras debieron de haber visto la luz hace mucho tiempo atrás. Pero todo este tropel de palabras e ideas hacen que sin importar su madurez busquen la libertad, se golpeen y torturen para conseguirla, se pisoteen para prevalecer a pesar de no estar preparadas.
Mientras una parte de mi desarrolla la idea de una batalla de espadas entre montañas y bosques, la otra desarrolla el prototipo del funcionamiento de un mecánismo de una historia futurista, o los diálogos de varios personajes de distintos relatos que esperan el momento del papel. La continuación de un relato abandonado en el baúl de los recuerdos, la parte final de otro, el inicio de un nuevo mundo, la muerte de otro, el nacimiento de personajes, la vida de un héroe, la vida de un villano, batallas, paz, cultura, naves, ciencia, magia, apocalipsis. Todo se golpea de manera cruel y no logra engendrar nada concreto, pues en su apresurado paso para salir y ser libres, conocer el papel a través del movimiento de mi mano con un lápiz en ella. Es difícil, y a ratos desearía tener una cantidad de brazos suficientes para poder escribir todas las historias que de mi mente brotan. En otros momentos desearía poder ordenarlos y tener tiempo para que nazcan de manera perfecta, sin apuro alguno; pero sin embargo en otros momentos deseo tirar todo este sin fin de ideas al tacho de la basura, que me dejen en paz un día o dos, sabiendo que al otro volverán a engendrarse cientos de ellos.
La vida es dura para quién solo sabe imaginar pero no tiene ni el tiempo ni el conocimiento para daruna forma concreta a cada uno de sus pensamientos y duele, de verdad que duele, darse cuenta de que por más que se intente lograr plasmar todas las ideas, jamás se lograrían ni siquiera salvar la mitad de ellas.
Tengo unas ganas enormes de tomar un lápiz y ponerme a escribir para no parar, pero las ideas que llegan a mi se golpean y empujan con fuerza queriendo poder nacer de mi mano y salir de este útero que es mi mente para ellas. Algunas deben estar aun más tiempo para nacer bien, otras debieron de haber visto la luz hace mucho tiempo atrás. Pero todo este tropel de palabras e ideas hacen que sin importar su madurez busquen la libertad, se golpeen y torturen para conseguirla, se pisoteen para prevalecer a pesar de no estar preparadas.
Mientras una parte de mi desarrolla la idea de una batalla de espadas entre montañas y bosques, la otra desarrolla el prototipo del funcionamiento de un mecánismo de una historia futurista, o los diálogos de varios personajes de distintos relatos que esperan el momento del papel. La continuación de un relato abandonado en el baúl de los recuerdos, la parte final de otro, el inicio de un nuevo mundo, la muerte de otro, el nacimiento de personajes, la vida de un héroe, la vida de un villano, batallas, paz, cultura, naves, ciencia, magia, apocalipsis. Todo se golpea de manera cruel y no logra engendrar nada concreto, pues en su apresurado paso para salir y ser libres, conocer el papel a través del movimiento de mi mano con un lápiz en ella. Es difícil, y a ratos desearía tener una cantidad de brazos suficientes para poder escribir todas las historias que de mi mente brotan. En otros momentos desearía poder ordenarlos y tener tiempo para que nazcan de manera perfecta, sin apuro alguno; pero sin embargo en otros momentos deseo tirar todo este sin fin de ideas al tacho de la basura, que me dejen en paz un día o dos, sabiendo que al otro volverán a engendrarse cientos de ellos.
La vida es dura para quién solo sabe imaginar pero no tiene ni el tiempo ni el conocimiento para daruna forma concreta a cada uno de sus pensamientos y duele, de verdad que duele, darse cuenta de que por más que se intente lograr plasmar todas las ideas, jamás se lograrían ni siquiera salvar la mitad de ellas.
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