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[Historia] Rojo y la irrupción del Equipo Dragón. [Cap. 5]

Jesusgba

El Joven Simulador
5-El primer día de una nueva vida.

El sol asomó sus cálidos brazos por la ventana, Rojo, recién despierto se encontraba sentado en el borde de su cama. Aún procesando todo lo ocurrido. No encontraba explicación lógica, motivo coherente. Su hermano ni nadie del pueblo tenían la culpa de nada, de seguro no se interpusieron en los planes de aquellos malhechores, pero incluso así los atacaron. Quería saber porque, qué los empujó a cometer esos actos despiadados. Decidió que no era el momento de hacer duelo, sino de levantarse y buscar las respuestas.

Lorenzo estaba afuera, rodeado de decenas de pokémon que se apiñaban alegremente a su alrededor.

―Buen día Joven ―dijo Lorenzo.

―Buen día ―respondió Rojo. ―Son muchos pokémon. ¿Los han rescatado a todos?

―Así es. Algunos de estos pobrecitos fueron encontrados a lo largo de senderos, lastimados, abandonados por entrenadores que ostentan el nombre, pero no sus cualidades.

―¿Y otros? ―indagó Rojo.

―Otros han sido atacados, por bandidos sin escrúpulos. Y por criminales de la peor especie que pueden existir.

―¿El Equipo Dragón?

―El Equipo Dragón.

―¿Qué buscan?

―Tu no pierdes tiempo al parecer ―comento Lorenzo mientras desplegaba una sutil sonrisa. ―Bueno, creo que te han dañado demasiado, es lógico que ahora busques respuestas. Te diré.

―Claro.

Lorenzo caminó hasta un pequeño banco de dos plazas a pocos metros de donde se encontraban, tomo un reloj, se lo coloco y dirigió su mirada hacia Rojo.

―Ven, acompáñame a dar un paseo.

Rojo le siguió. Tomaron un sendero visiblemente cuidado que se adentraba en la arboleda.

―Esto es un refugio, una reserva de cuidados para algunos, una nueva oportunidad para otros. Los pokémon que se encuentran aquí han sido rescatados de las peores condiciones imaginables. La mayoría hubiera muerto de no haber sido rescatados por nosotros. Ni los centros pokémon los hubieran podido ayudar. Les proporcionamos cuidado hasta que logran recuperarse, luego los rehabilitamos, se adaptan a su nuevo entorno, esta es una pequeña área protegida, nacional, otorgada por el estado a nuestra organización familiar. Los pokémon rehabilitados afianzan lazos con su nuevo entorno y lo protegen. Arman manadas, bandadas, familia. Aprenden como cuidarse, cuidar al resto y a su hogar.

―Jamás había escuchado de este lugar ―comentó Rojo.

―No recibimos turistas. Algunos pocos entrenadores de elite son seleccionados cada 4 años para iniciar su entrenamiento y convertirse Rangers. Obramos por el cuidado de todas las especies y el medio ambiente.

―¿Y en donde encaja el Equipo Dragón en todo esto?

―El Equipo Dragón encuentra su impulso en el rencor por una vieja disputa. Hace 170 años cuando estas naciones se formaron un minúsculo grupo radical pretendía que el Pueblo Nartu se hiciera con el liderazgo de la región y conducir al resto cual esclavos se trataran. Había terminado un periodo de guerras sangrientas y ya nadie quería más caos, anhelábamos la paz tanto como el respeto mutuo por los otros. Este grupo de radicales combatientes se oponía a la paz y al reconocimiento de la independencia de los otros estados. Se decidió apresarlos, tomar las tierras que ocupaban y construir allí un sitio seguro desde donde fortalecer los nuevos lazos y obrar por la paz. La Embajada Cooperativista. Desde allí también se dirigió un plan para erradicar a este grupo. Se logró, parcialmente. Sus líderes fueron apresados pero algunos dirigentes secundarios lograron escapar, se separaron desaparecieron por algunos años. Aunque nunca dejaron de actuar, siguieron operando como pequeños grupos entre las sobras, acumulando poder e influencia por generaciones. Su rencor también se incrementó con el paso del tiempo. Y su objetivo sigue siendo el mismo, la dominación. Hace un par de décadas salieron a la superficie y manifestaron su plan. Desde entonces los combatimos.

Rojo había perdido noción del espacio, se centró tanto en el relato de Lorenzo que cuando quiso darse cuenta ya se habían adentrado en lo más profundo de la arboleda. Y aunque seguían en aquel sendero bien cuidado, a su alrededor el ambiente amable de la cabaña había desaparecido. Por entre las copas de los árboles se filtraban pequeños haces de luz clara y el viento correteaba fluidamente a la altura de sus cabezas. El sitio desprendía una sensación de serenidad, pero a la vez algo lo alarmaba.

―Dusclops ―dijo Lorenzo, cortando sus pensamientos.

―¿Qué?

―Dusclops, es lo que te genera esa sensación extraña. Son los guardianes de esta zona. Son muy afables y sumamente protectores. Yo que tu no les tendría miedo, lo detectan y esa es su entrada a tu mente.

―Nunca he visto ninguno antes.

―Y nunca los verás, a menos que ellos quieran o que sea sumamente necesaria su presencia.

―¿Por qué me trae aquí?

―Porque buscas respuestas ―dijo el anciano a la vez que se detenía y clavaba su mirada en Rojo. ―No las encontraras aquí. Pero necesitas ayuda y debes formarte para afrontar el camino hacia ellas.
 
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