*Advertencia: no soy escritor, ni tengo la mejor redacción y tampoco tengo la mejor ortografía.
*Mi primer historia (en proceso)
*Segunda historia (en proceso)
*Mi primer historia (en proceso)
Día 1
Bueno... aquí estoy, en un intento por “salvar” mi cordura.
Llevo un par de días yendo a terapia psicológica y la doctora me ha recomendado que empezara escribir acerca de mis vivencias, ella asegura que eso me ayudara en el futuro para auto-evaluarme. Así que, aquí estoy.
Hoy fue un día habitual, me levante temprano para ir a correr como suelo hacerlo todos los días, fui a trabajar y pase el resto del día en mi casa.
Realmente no le encuentro mucho sentido a esto.
Día 15
Hoy conocí a una chica mientras corría. Su nombre es Lorena, es asombrosa, ¡ella reconoció el logo de mi playera!
No puedo creer que mi banda favorita también fuera la suya; platicamos por un largo rato, incluso llegue tarde a mi trabajo, imagine que el viejo se pondría como loco, ya había visto como regañaba a Bertha cuando llegaba tarde, pero para mi sorpresa, solo me dio una advertencia. Supongo que era de esperarse, esa fue la primera vez que llegaba tarde.
Invite a salir a la chica de la mañana, ella accedió. Pasamos todo lo que quedaba de la tarde charlando, aun me cuesta creer lo mucho que tenemos en común.
Ella es… ¡tan gentil!
Mientras tomábamos un café cerca del lugar en el que trabajo. En la tele del local mostraron una noticia, es una nueva enfermedad en Europa por lo que entendí, Lorena lucia afligida y me conto todas sus ideas utópicas y de cómo miles de personas podían ser salvadas si los gobiernos hicieran más por ayudar.
Talvez ella realmente me gusta, de haber sido cualquier otra persona habría dicho mi postura hacia sus ideales, pero… no quiero cagarla esta vez!
Día 20
El viejo corrió a Bertha, el asegura que fue por sus constantes retrasos, pero yo sé que él es muy gentil como para hacer eso, he notado que los clientes han bajado estas últimas semanas, creo que ambos sabíamos que eso podía pasar, el nuevo restaurante que abrieron es muy llamativo.
Además hoy llamaron mis padres, hoy se cumplen 5 meses desde que deje su casa; mi padre es muy orgulloso, no paro de decirme lo rápido que iba a regresar a casa y como dentro de poco no aguantaría la presión de vivir por mi cuenta, mi madre por el contrario estaba triste y preocupada.
No la culpo, había olvidado llamarlos desde hace tiempo. Ella me dijo cuanto me extrañaba y me susurro que mi padre también lo hacía. No son malos tipos mis padres, pero desde lo de mi hermana, ellos no han sido los mismos, mi viejo toma bastante personal mi decisión de irme y se culpa por no haber hecho más por cuidar a mi hermana, es deprimente pensar en eso.
Lo positivo del día, fue ver películas con Lorena y… ese primer beso, realmente espero que funcione, creo que estoy enamorado de ella.
Día 26
No vi a Lorena cuando fui a correr y no pude contactarla en todo el día, no suelo ser nervioso, pero con ella es totalmente diferente. Me cuesta admitirlo pero, estoy preocupado por ella.
Para colmo, no hubo ningún cliente en todo el día, tendré que dejar de ir a terapia, no puedo seguir costeando las terapias si no hay clientes.
En la noche tuve que llamar a mis padres para contarles la situación, mi padre como de costumbre, me dijo con un tono burlón que él me lo había advertido y mi madre no pudo evitar notarse emocionada con esa idea.
Nunca he sido del tipo de personas que suela preocuparse por las cosas, aunque las circunstancias me resultaran adversas. Siempre he sido de la idea de vivir tranquilo con lo que tienes.
Pero, me gusta mi vida ahora…
Día 28
El viejo Ben hablo conmigo, me dijo que tenía pensado cerrar el negocio. Intente convencerlo de que aún era pronto para pensar en eso, pero me dijo que aunque lográramos recuperar clientela, apenas daríamos abasto para el restaurante, me aseguro que es mejor vender el lugar ahora, antes de empezar a tener deudas.
El viejo me hizo un último favor, me consiguió trabajo con uno de sus amigos y por suerte no me queda muy lejos de mi departamento, aunque en realidad no sé nada sobre autos, olvide mencionarlo, su amigo es mecánico. Realmente espero aprender rápido, la renta se está volviendo dura de pagar y no es como que viva en una habitación de 5 estrellas.
Además, ayer deje de ir a terapia, no sé si… debería seguir escribiendo, pero continuare haciéndolo por si llegara a regresar.
Este es uno de los peores días desde que deje la casa de mis padres. Para variar Lorena estará asistiendo a marchas en favor de esta nueva enfermedad, parece que es algo grave. Los vuelos de todas las ciudades están siendo fuertemente regulados desde que se vieron casos de personas enfermas alrededor de mundo. Se dice que de no tomar las medidas necesarias el virus podría convertirse en la peor epidemia registrada.
De cualquier forma, tratare de enfocarme en lo positivo: aún vivo por mi cuenta.
Día 34
Llevo poco más de un mes escribiendo, aunque llevo varios días sin terapias. Creo que se ha convertido en un habito.
Lorena aún sigue enojada conmigo, pensé que podía cerrar la boca pero… a veces solo soy muy idiota, aun así sigo creyendo que esta paranoica, aunque… tiene sus motivos.
He visto a los militares revisar la zona toda la semana, las patrullas se están haciendo más usuales y lo más extraño de todo es, que realmente no sabemos nada sobre la enfermedad. Durante todo este tiempo han mencionado la enfermedad que hace poco llamaron VGH-X pero nunca han mencionado síntomas, ni cómo podemos prevenirnos.
Estoy algo preocupado al respecto, mis padres no han contestado mis llamadas.
Bueno... aquí estoy, en un intento por “salvar” mi cordura.
Llevo un par de días yendo a terapia psicológica y la doctora me ha recomendado que empezara escribir acerca de mis vivencias, ella asegura que eso me ayudara en el futuro para auto-evaluarme. Así que, aquí estoy.
Hoy fue un día habitual, me levante temprano para ir a correr como suelo hacerlo todos los días, fui a trabajar y pase el resto del día en mi casa.
Realmente no le encuentro mucho sentido a esto.
Día 15
Hoy conocí a una chica mientras corría. Su nombre es Lorena, es asombrosa, ¡ella reconoció el logo de mi playera!
No puedo creer que mi banda favorita también fuera la suya; platicamos por un largo rato, incluso llegue tarde a mi trabajo, imagine que el viejo se pondría como loco, ya había visto como regañaba a Bertha cuando llegaba tarde, pero para mi sorpresa, solo me dio una advertencia. Supongo que era de esperarse, esa fue la primera vez que llegaba tarde.
Invite a salir a la chica de la mañana, ella accedió. Pasamos todo lo que quedaba de la tarde charlando, aun me cuesta creer lo mucho que tenemos en común.
Ella es… ¡tan gentil!
Mientras tomábamos un café cerca del lugar en el que trabajo. En la tele del local mostraron una noticia, es una nueva enfermedad en Europa por lo que entendí, Lorena lucia afligida y me conto todas sus ideas utópicas y de cómo miles de personas podían ser salvadas si los gobiernos hicieran más por ayudar.
Talvez ella realmente me gusta, de haber sido cualquier otra persona habría dicho mi postura hacia sus ideales, pero… no quiero cagarla esta vez!
Día 20
El viejo corrió a Bertha, el asegura que fue por sus constantes retrasos, pero yo sé que él es muy gentil como para hacer eso, he notado que los clientes han bajado estas últimas semanas, creo que ambos sabíamos que eso podía pasar, el nuevo restaurante que abrieron es muy llamativo.
Además hoy llamaron mis padres, hoy se cumplen 5 meses desde que deje su casa; mi padre es muy orgulloso, no paro de decirme lo rápido que iba a regresar a casa y como dentro de poco no aguantaría la presión de vivir por mi cuenta, mi madre por el contrario estaba triste y preocupada.
No la culpo, había olvidado llamarlos desde hace tiempo. Ella me dijo cuanto me extrañaba y me susurro que mi padre también lo hacía. No son malos tipos mis padres, pero desde lo de mi hermana, ellos no han sido los mismos, mi viejo toma bastante personal mi decisión de irme y se culpa por no haber hecho más por cuidar a mi hermana, es deprimente pensar en eso.
Lo positivo del día, fue ver películas con Lorena y… ese primer beso, realmente espero que funcione, creo que estoy enamorado de ella.
Día 26
No vi a Lorena cuando fui a correr y no pude contactarla en todo el día, no suelo ser nervioso, pero con ella es totalmente diferente. Me cuesta admitirlo pero, estoy preocupado por ella.
Para colmo, no hubo ningún cliente en todo el día, tendré que dejar de ir a terapia, no puedo seguir costeando las terapias si no hay clientes.
En la noche tuve que llamar a mis padres para contarles la situación, mi padre como de costumbre, me dijo con un tono burlón que él me lo había advertido y mi madre no pudo evitar notarse emocionada con esa idea.
Nunca he sido del tipo de personas que suela preocuparse por las cosas, aunque las circunstancias me resultaran adversas. Siempre he sido de la idea de vivir tranquilo con lo que tienes.
Pero, me gusta mi vida ahora…
Día 28
El viejo Ben hablo conmigo, me dijo que tenía pensado cerrar el negocio. Intente convencerlo de que aún era pronto para pensar en eso, pero me dijo que aunque lográramos recuperar clientela, apenas daríamos abasto para el restaurante, me aseguro que es mejor vender el lugar ahora, antes de empezar a tener deudas.
El viejo me hizo un último favor, me consiguió trabajo con uno de sus amigos y por suerte no me queda muy lejos de mi departamento, aunque en realidad no sé nada sobre autos, olvide mencionarlo, su amigo es mecánico. Realmente espero aprender rápido, la renta se está volviendo dura de pagar y no es como que viva en una habitación de 5 estrellas.
Además, ayer deje de ir a terapia, no sé si… debería seguir escribiendo, pero continuare haciéndolo por si llegara a regresar.
Este es uno de los peores días desde que deje la casa de mis padres. Para variar Lorena estará asistiendo a marchas en favor de esta nueva enfermedad, parece que es algo grave. Los vuelos de todas las ciudades están siendo fuertemente regulados desde que se vieron casos de personas enfermas alrededor de mundo. Se dice que de no tomar las medidas necesarias el virus podría convertirse en la peor epidemia registrada.
De cualquier forma, tratare de enfocarme en lo positivo: aún vivo por mi cuenta.
Día 34
Llevo poco más de un mes escribiendo, aunque llevo varios días sin terapias. Creo que se ha convertido en un habito.
Lorena aún sigue enojada conmigo, pensé que podía cerrar la boca pero… a veces solo soy muy idiota, aun así sigo creyendo que esta paranoica, aunque… tiene sus motivos.
He visto a los militares revisar la zona toda la semana, las patrullas se están haciendo más usuales y lo más extraño de todo es, que realmente no sabemos nada sobre la enfermedad. Durante todo este tiempo han mencionado la enfermedad que hace poco llamaron VGH-X pero nunca han mencionado síntomas, ni cómo podemos prevenirnos.
Estoy algo preocupado al respecto, mis padres no han contestado mis llamadas.
*Segunda historia (en proceso)
Ahí estaba el veterano de mil batallas, un soldado retirado que disfrutaba de emborracharse. Ahí estaba el, tomando un tarro de la asquerosa cerveza de Alterone, la ciudad por excelencia para los bandidos y ladrones.
El letrero del lugar asegura ser una taberna, pero solo es una pocilga llena de mercenarios. Mientras el viejo se llevaba el tarro a la boca, un par de soldados del imperio de Rindo entraban al lugar dejando entrar una gran cantidad de luz al siniestro sitio, se sentaron junto al anciano en la barra y mientras se acomodaban uno de ellos veía con curiosidad las cicatrices del rostro del ex-soldado. Todos en la taberna guardaron silencio y dirigieron sus miradas a los inesperados visitantes, el viejo simplemente mantenía su mirada fija hacia el frente mientras colocaba su tarro de nuevo en la barra.
Uno de los soldados pidió dos cervezas y el otro recargaba su codo izquierdo en la barra y giraba la cabeza para dar un vistazo al asqueroso local, mientras lo hacia el bullicio en el lugar poco a poco retomaba su ritmo habitual.
- Necesito información.
Dijo uno de los soldados en voz baja al encargado de la taberna.
- Todos quieren información.
Contesto con un tono burlón el robusto cantinero, mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Me estás diciendo que te niegas a colaborar con el imperio de Rindo?
Replico el soldado, mientras recargaba su codo más fuerte en la barra e inclinaba su cuerpo en forma desafiante hacia el encargado.
El cantinero sonrió, llevo su mano derecha a su espalda y en un parpadeo clavo su cuchillo a escasos centímetros del brazo del soldado. Sus rostros quedaron frente a frente, el soldado no se movió de su posición y el encargado sostenía firmemente el cuchillo con su mano.
- ¡Esta ciudad no pertenece a ningún imperio!
Dijo el cantinero con una voz amenazante mientras veía fijamente los ojos del soldado.
- Vienen sin invitación a mi taberna, incomodan a mis clientes y me amenazan. Dame un motivo para no matarlos ahora mismo.
Continuo diciendo mientras el segundo soldado veía con miedo la acción y de reojo miraba a todos los hombres de la taberna que volvían a mirar a los extraños sujetos.
Hubo una breve pausa y el primer soldado saco una bolsa de oro con su brazo derecho que puso bruscamente junto al cuchillo, el encargado retiro el cuchillo, relajo el cuerpo y dijo tras haber tomado la bolsa:
- Ja Ja ¡ahora si nos entendemos!
Ambos soldados volvieron a acomodarse y el asistente del cantinero les acerco sus cervezas, al mismo tiempo todos en la taberna volvieron a sus asuntos.
- ¿Qué es lo que quieres saber?
- Estoy buscando al dragón Earnest
El viejo volteo interesado en la conversación.
- No sé mucho de él: es un mercenario, solía venir a esta ciudad. Pero si yo fuera ustedes no me esforzaría en encontrarlo, tiene una reputación con los soldados que…
- Esta muerto
Dijo el viejo mientras interrumpía la conversación, termino su cerveza y se preparaba para marcharse. Los dos soldados y el encargado voltearon desconcertados hacia el anciano.
- ¿A qué te refieres con “muerto”?
Pregunto el soldado.
- Murió, eso es todo la información que queda de él. ¿Qué parte no entiendes?
- ¿Cómo lo sabes?
El viejo guardo silencio y camino hacia la salida.
- Solo es un viejo balbuceando tonterías, no se fié de esa información.
Dijo en voz baja el tabernero a los soldados.
El letrero del lugar asegura ser una taberna, pero solo es una pocilga llena de mercenarios. Mientras el viejo se llevaba el tarro a la boca, un par de soldados del imperio de Rindo entraban al lugar dejando entrar una gran cantidad de luz al siniestro sitio, se sentaron junto al anciano en la barra y mientras se acomodaban uno de ellos veía con curiosidad las cicatrices del rostro del ex-soldado. Todos en la taberna guardaron silencio y dirigieron sus miradas a los inesperados visitantes, el viejo simplemente mantenía su mirada fija hacia el frente mientras colocaba su tarro de nuevo en la barra.
Uno de los soldados pidió dos cervezas y el otro recargaba su codo izquierdo en la barra y giraba la cabeza para dar un vistazo al asqueroso local, mientras lo hacia el bullicio en el lugar poco a poco retomaba su ritmo habitual.
- Necesito información.
Dijo uno de los soldados en voz baja al encargado de la taberna.
- Todos quieren información.
Contesto con un tono burlón el robusto cantinero, mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Me estás diciendo que te niegas a colaborar con el imperio de Rindo?
Replico el soldado, mientras recargaba su codo más fuerte en la barra e inclinaba su cuerpo en forma desafiante hacia el encargado.
El cantinero sonrió, llevo su mano derecha a su espalda y en un parpadeo clavo su cuchillo a escasos centímetros del brazo del soldado. Sus rostros quedaron frente a frente, el soldado no se movió de su posición y el encargado sostenía firmemente el cuchillo con su mano.
- ¡Esta ciudad no pertenece a ningún imperio!
Dijo el cantinero con una voz amenazante mientras veía fijamente los ojos del soldado.
- Vienen sin invitación a mi taberna, incomodan a mis clientes y me amenazan. Dame un motivo para no matarlos ahora mismo.
Continuo diciendo mientras el segundo soldado veía con miedo la acción y de reojo miraba a todos los hombres de la taberna que volvían a mirar a los extraños sujetos.
Hubo una breve pausa y el primer soldado saco una bolsa de oro con su brazo derecho que puso bruscamente junto al cuchillo, el encargado retiro el cuchillo, relajo el cuerpo y dijo tras haber tomado la bolsa:
- Ja Ja ¡ahora si nos entendemos!
Ambos soldados volvieron a acomodarse y el asistente del cantinero les acerco sus cervezas, al mismo tiempo todos en la taberna volvieron a sus asuntos.
- ¿Qué es lo que quieres saber?
- Estoy buscando al dragón Earnest
El viejo volteo interesado en la conversación.
- No sé mucho de él: es un mercenario, solía venir a esta ciudad. Pero si yo fuera ustedes no me esforzaría en encontrarlo, tiene una reputación con los soldados que…
- Esta muerto
Dijo el viejo mientras interrumpía la conversación, termino su cerveza y se preparaba para marcharse. Los dos soldados y el encargado voltearon desconcertados hacia el anciano.
- ¿A qué te refieres con “muerto”?
Pregunto el soldado.
- Murió, eso es todo la información que queda de él. ¿Qué parte no entiendes?
- ¿Cómo lo sabes?
El viejo guardo silencio y camino hacia la salida.
- Solo es un viejo balbuceando tonterías, no se fié de esa información.
Dijo en voz baja el tabernero a los soldados.
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