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[Historia] Los capturados

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Amith

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Los capturados

Capítulo 23/?

Historia:


-Gracias, 10.
-No hay problema.

Jade y 18 se encontraban teñidos de verde, marrón y morado.

-¿Cómo terminaron así?- dijo Qet.
-Bueno...- ambos rieron con vergüenza- Nos la hemos pasado rodando colinas abajo. Más de una vez pasamos por olivares y cultivos de uvas o arándanos. Ya pueden sacar sus conclusiones.
-Por cierto, ¿alguno de los dos sabe que diantre fue ese rugido?- dijo Jade mirando hacia los pinos.
-Anda a saber.
-Fue el PAD_707.

Jade me miró perplejo.

Lo cierto es que ni yo tenía idea de que era eso, pero lo había dicho el asesino que murió frente a mí en el bosque, a manos del cazador.
Empecé a recordar el momento en que llegué a la cueva pensando en pasar la noche dentro. Un metálico y furioso rugido me había sacado de la caverna si previo aviso, y fuera había hallado al asesino.

Ahora que me ponía a pensarlo, era muy probable que hubiese estado huyendo del cazador desde un principio, eso podría explicar el porqué parecía querer largarse.

-¿Cómo... sabes acerca del experimento rebelde de Simeth?- me inquirió Jade.
-Lo oí de unos asesinos- claro que no pensaba contarles el incidente- Mi pregunta es... ¿entonces ustedes siempre lo supieron?

Hubo un largo silencio.

-... No.- dijo al fin el rubio- Apenas nos llegó el rumor la noche anterior al caos, cuando ustedes dormían.
-Un rumor.

Nunca supe si lo que sucedió a continuación ocurrió tal y como quedó grabado en mi memoria.

18 había estado a punto de decirnos algo, pero no se oyó nada.
Hubo un pitido largo y sordo que se prolongó por varios minutos.
Todos miramos a los lados, buscando algo que pudiera decirnos que pasaba.
Pero no había nada.
Entonces 18 comenzó a hacer las señas del lenguaje de los sordos.
Tres letras.
I... S... S

Todos la miramos con cara de extrañeza.
Iss, una palabra que no significaba nada, al menos en nuestro idioma

Después empezó a buscar algo en su cuello.

Entonces una luz nos cegó desde el lado norte del cielo. Cuando el resplandor se detuvo, nos giramos para verificar si no había sido un rayo.
Lo más extraño era la sordera general en todos los presentes.
Ni Qet ni 18 ni Jade ni yo oíamos nada de nadie ni de nada a nuestro alrededor.

Sostuvimos la mirada en el cielo esperando alguna señal de una tormenta o algo por el estilo.
Todo lo siguiente ocurrió en una velocidad muy confusa.

Hubo una explosión cerca nuestro que nos devolvió los sonidos. 18 y Qet se pusieron en pie con ayuda de Jade.
Una segunda explosión nos atacó desde atrás. Todos salimos expulsados hacia el lado opuesto.
Entonces alguien cayó sobre mí.
La tercera explosión vino por la izquierda y me arrogó a mi y a quienquiera que estuviera conmigo hacia el lago.

En el agua tampoco tuve tiempo de ver con quién me había hundido. Una cuarta explosión levantó rocas del suelo submarino y una quinta arrogó un árbol al otro extremo de la laguna.
Una sexta seguida de cerca de una séptima crearon un torbellino de piedras y burbujas bajo el agua.

Quienquiera que me estuviera acompañando en ese momento estaba inconsciente.

Giré ahogándome de burbuja en burbuja por ese interminable remolino, abrazando como un peluche a mi compañero de desventuras.

Cuando logré salir a la superficie, tuve unos instantes para tomar aire y percatarme que 18 y Qet ya no estaban en la escena (uno de los dos debía estar inconsciente entre mis brazos). Jade estaba resguardándose bajo el árbol caído, intentando localizarme.

El aire acumulado durante esos tres segundos fue liberado bajo el agua a causa de la octava explosión.

Bajo el agua me percaté de que mi acompañante debía ser 18, tras salir despedido hacia el fondo y que esa persona saliera despedida conmigo, aplastándome contra una piedra.

Un segundo remolino fue creado por las explosiones nueve y diez.
Me aferré a mi acompañante y giré de burbuja en burbuja como lo hice en el primer torbellino.
Sabía lo que seguía ahora.
No pensaba soltar a mi compañero y dejar que se ahogue de esa forma.
Me puse boca arriba y el remolino me disparó hacia el fondo de la laguna, otra vez.
Mi columna y mi cuerpo entero se estremecieron ante el impacto contra la roca.

Pero en el momento de estrellarme, una luz salió detrás mío e iluminó el agua a mi alrededor.
Quedé desconcertado nuevamente al distinguir mechones de cabello marón corto a mi lado, cuando 18 llevaba el pelo muy largo y era de color negro.

Recuerdo haber sentido miedo por quedarme solo de nuevo.

Recuerdo también haber atado mis mangas al rededor de mi acompañante en los escasos segundos antes de que todo se pusiera de color blanco.

Luego dejé de sentir dolor, hambre y frío. Dejé de sentir el agua a mi alrededor y el cuerpo de quienquiera que estuviera a mi lado. Mis músculos dejaron de responder a mis llamados y mi mente dejo de pensar.

En el último instante respiré aire.
Y luego perdí el conocimiento, nuevamente.












Y ese es el cap 23 ^^/
Lamento la tardanza xD
 

Amith

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Los capturados

Capítulo 24/? <- (al paso que va, unos 40 xD )

Historia:


Como era de esperarse, desperté sin recordar nada de lo ocurrido, ni con quién había estado ni como había llegado al lugar en el que me hallaba.

Giré mi cabeza suponiendo que encontraría a alguien a mi lado, probablemente aún inconciente. Pero no había nadie, y mis mangas que en algún momento me habían atado a esa persona estaban rotas. Mi presa se había liberado, y me había dejado solo en medio de quien sabe donde.

Hacía un frío abrumador, mi nariz estaba roja y resaltaba por encima de mi ahora pálida piel. Mis heridas habían cerrado con el frío mientras descansaba. No sentía los dedos de mis manos y tenía las dos piernas entumecidas.

Tampoco quedaba rastro ni pista alguna de alguien que se hubiera quedado conmigo por al menos una hora. Permanecía aferrado a mi teoría de quien duerme antes, despierta antes, así que las cosas cuadraban de ese lado.

Pero por otro lado, no tenía sentido que me encontrara en donde estaba.
¿Y dónde estaba? En una cueva en lo más alto de alguna montaña de la Cordillera del Lobo. ¿Cómo demonios había llegado ahí estando inconciente? No lo sabía, pero luego de pasar por varias series de acontecimientos casi inexplicables uno aprendía a guardarse las preguntas para después y aceptar lo que tenía en el momento en que lo tenía.

Lamentablemente ninguna persona estaba conmigo en ese momento para poder debatir lo que sea que se me viniera en gana, tras haber fallado en mi plan de permanecer con alguien a toda costa, aún si eso te lleva a atarlo a ti.

Así que, ¿qué debía hacer ahora? Si bien me lo había planteado antes, nunca se me había ocurrido la idea que tenía en ese momento. Por alguna razón, sentía que eso era lo que había estado buscando hacer desde un inicio. ¿Cuál era la razón por la cual había querido fugarme? Volver a casa. ¿Me había logrado fugar? Sí. ¿Había vuelto a casa? No. En lugar de eso, me encontraba en medio de una cantidad incontable de montañas nevadas y plantas machitas y congeladas.

Ahora bien, tampoco es que pudiera proseguir con mi plan original de volver a casa. ¿Y por qué? La primera razón era más que obvia, salir del lugar en el que me hallaba y en el estado en el que me encontraba no era tarea sencilla. La segunda razón iba por el lado de mi reciente amnesia de un año. No podía recordar casi nada de mí antes de ser un capturado. Lo poco que permanecía en mi memoria, era mi nombre, mi apellido, ciertas habilidades, y haber estado corriendo a solas por una carretera incendiada horas antes de que unos Superiores dieran conmigo.

Entonces mi situación actual se reducía a un chico herido, cansado, muerto de hambre y de sed y perdido en una cordillera nevada.

Bueno, al menos la mochila permanecía a mi lado. Aún estaban dentro las cinco sogas, los dos ganchos y unos tres garfios de alpinismo. La automática que 01 me había obligado a llevar se hallaba dentro del bolsillo trasero del equipaje. Al revisar los bolsillos laterales di con un pequeño cuaderno de notas, un bolígrafo, una envoltura de galletas de vainilla, un encendedor, una caja con seis cigarrillos, dos ligas para el pelo y un paquete de frutas secas cuya fecha de vencimiento marcaba once de noviembre de este año.

Por más que el hambre venciera mi sentido del razonamiento, dudé antes de engullir la comida que tenía en frente. Once de noviembre de este año. Realmente no estaba seguro de que esta cosa hubiera expirado, podía arriesgarme a comerla, pero en el estado en el que me encontraba era preferible no comer cosas que pudieran perjudicar mi salud. Sobre todo si era la fruta seca que había en éste empaque, la cual libera toxinas tras “expirar”. Dichas toxinas son altamente venenosas, pero la fruta en buen estado es muy nutritiva.

Como mi estómago rugía, decidí intentar calcular el número de días que habían pasado para así descubrir qué día estábamos.

Veamos, el día antes del caos cenamos en el extremo izquierdo del comedor (muy cerca del calendario), y la fecha me indicaba que me encontraba en la noche del dos de noviembre. El cielo había oscurecido para cuando fui perseguido por el cazador y salté al acantilado, quedando inconciente para luego despertar a la orilla del río, ya de día. Correcto, entonces debía estar tres de noviembre. Luego pasaron cerca de ocho horas hasta que me encontré con 01 y entramos en el albergue, quince minutos hasta que subí y otros veinte para cuando logramos entrar en los ductos de ventilación. Entonces debe haber transcurrido una media hora entre mi caída al pasillo y el terror en la sala de vigilancia, lo que me deja con el tiempo cerca de la puesta de sol o ya de noche. Luego quedé inconciente otra vez y desperté en la habitación aislada y sin puerta, nuevamente de día. La cuenta me deja en el cuatro de noviembre. Perdí veinte minutos reflexionando en la habitación y otros quince hablando con Qet, cuando llegaron Jade y 18. Con ellos pasaron cinco minutos y en sordera otros diez. Bajo el agua unos ocho y dos entre mis salidas y sumergidas. En ese momento volví a perder el sentido y me despierto en donde estoy, con una bella puesta de sol en frente mío. Lo cual quiere decir que son cerca de las cinco de la tarde del cuatro de noviembre.

Pero hey, aún hay más. La ropa en movimiento se seca rápido, pero no cuando es del material que traigo encima, si el propietario la trae puesta y suda, y peor si es ajustada. Lo cual quiere decir que, si me sumerjo bajo el agua y quedo completamente empapado, la ropa se tarará cerca de dos días en secar (lo sé, es un material muy extraño). Pero el tiempo transcurrido desde que desperté empapado en la orilla del río, hasta que recuperé el conocimiento en esa habitación color crema y completamente seco fue de un único día (según mis cálculos). Eso añade un día más a la cuenta, que me deja en el cinco de noviembre. Luego, ser sumergido por ocho minutos, y encima agitado empapa éste extraño tejido dejándolo con un tiempo de espera de tres días para secarse. Cosa que añade dos días más a la lista, dejándome en el siete de noviembre. Y no sólo eso, al despertar en la habitación, uno de mis tajos había cicatrizado por completo, añadiendo tres días más a la cuenta. Al final no estamos cuatro, si no que estamos diez de noviembre y son las cinco de la tarde.

Conclusión: si no como estas cosas antes de las doce, es probable que quede envenenado.

Entonces abrí el empaque y me dispuse a comer, luego de diez días sin probar bocado y habiendo bebido agua por atraganto.

Permanecí sentado, sin mover más que mis manos y mi boca, contemplando la puesta de sol.

Una vez hube acabado la pequeña merienda, comencé a devolver las cosas a sus respectivos bolsillos. Me quedé con el cuadernillo de notas en la mano. Entonces una idea pasó por mi cabeza. Bueno, ¿y por qué no? Tampoco es que hubiera mucho que hacer en la situación en la que estaba.

Sostuve una de las tapas del cuaderno y con la otra mano lo abrí. La primera página tenía un garabato, dos líneas hechas al azar y una par de partidas de tres en raya. La segunda página decía en letras muy grandes “anotaciones en caso de emergencia”. En la tercera página había un punto, como si alguien hubiera estado a punto de escribir pero no hubiese continuado. Y el resto de las páginas estaban en blanco.

No fue hasta que guardé el cuaderno y cerré la mochila que me percaté que estaba perdiendo tiempo, tiempo que podría salvarme la vida.

Colgué la mochila en mi espalda y me asomé a la entrada de la caverna. El paisaje no era ni nada más ni nada menos que una amplia extensión de nieve y montañas bajo la luz de la luna.

Descendí por la colina, arrastrando mis pies y deslizándome por la nieve que me llegaba a los talones. Cuando me hallaba al pie de de la montaña, pude divisar a una persona tirada en la nieve, a unos treinta metros de mí.
Me arrastré con cuidado hasta llegar al lado del bulto que había captado mi atención, y no pude sino horrorizarme al reconocer a 02 tirada en frente mío.

Me arrodillé a su lado y toqué sus mejillas. Estaban frías como el hielo. Pasé mi mano por su frente y la temperatura no aumentó ni un grado. Coloqué entonces uno de mis dedos cerca de su nariz. Bueno, al menos aún respiraba, debía estar inconciente.

La senté apoyada en mi hombro y descolgué la mochila que 02 llevaba en la espalda. Abrí el equipaje para encontrarme con cuatro cuchillas, dos automáticas, tres bolsas con balas de recarga y un silenciador. Al fondo y casi imperceptibles estaban tres mantas bien resguardadas de la vista. Saqué dos y con una envolví a mi compañera, atando los extremos en su cuello a medida de capa. Hice lo mismo con la segunda pero esta vez me envolví a mí.

Permanecí en la misma posición por unos minutos hasta que la piel de 02 regresó a su color original. Ella se encontraba bastante intacta. Así como Qet, estaba recubierta de hollín. Tenía un pequeño tajo en el mentón y varios golpes por todo el cuerpo. El 02 de su rostro se había borrado casi por completo y por la abertura del cuello sobresalía el colgante con su nombre real. Su brazo derecho estaba manchado hasta el codo de sangre ajena.

Como estaba inconciente, pensaba llevarla sobre mi espala, pero el problema era que allí se encontraba mi mochila. Entonces decidí hacer un intercambio de equipajes. Descolgué mi mochila y se a coloqué a ella al tiempo en que me colocaba la suya, pero al revés (no en mi espalda, sino en mi barriga). Por suerte a ella le había tocado cargar con algo pequeño y ligero. Acomodé a 02 sobre mi espalda y me dispuse a seguir unas huellas de lobo que se hallaban en la nieve.

Me sorprendí al cabo de cinco minutos por el hecho de que mi compañera fuera tan ligera.

Estaba seguro de que esas huellas me sacarían de la nieve, puesto que en estas épocas la comida escasea en las montañas y abunda en los bosques. Por lo que si las huellas de un lobo iban acompañadas de un rastro firme y constante, significaba que el animal había vuelto del bosque con su presa colgando entre sus fauces.

Estaba ya amaneciendo para cuando logré divisar la mole de árboles que amenazaban con desconcertar mi noción del tiempo si ponía un pie dentro de su territorio. 02 seguía sin recuperar el conocimiento, descansando cómodamente sobre mi espalda. Me dolían las piernas y no podía sentir mis pies a causa del frío.
No había la más mínima señal de vida humana en el lugar. Era posible incluso que me encontrara del orto lado del bosque o en otro país.

Anduve unas tres horas con los ojos ya acostumbrados a ver todo a oscuras. 02 no se movió ni un poco y tampoco dio signos de querer despertar. Yo continuaba tercamente con mi travesía. Sabía que debía detenerme a descansar, pero mi orgullo no me lo permitía. Para lo único que me detuve fue para abrir la mochila con la boca y sacudir árboles para que cayeran manzanas dentro del equipaje.

Si mis cálculos de tiempo no me fallaban, debían ser las siete de la mañana para cuando oí ruidos de una persona. Apresuré la marcha hasta llegar al lugar del cual provenían los sonidos. Se oían como alguien amordazado pidiendo ayuda.

Y fue eso lo que encontré.

Con la boca vendada, una cinta en el cuello que en algún momento debió cubrirle los ojos y atada a un árbol, se encontraba la pequeña 11.






Bueno, antes quiero decir (o lamentar) el hecho de que no tuve internet durante cerca de dos semanas, así que no pude hacer nada más que... nada xD
Como sea, les dejo este cap, luego de cuatro semanas (yay! :'DD )

Si logro arreglar el tema con la red, subiré el siguiente capítulo en un par de días, o eso espero xD
Saludos ^^/
 

Amith

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Los capturados

Capítulo 25/?

Historia:


-¡11! –dije emocionado de ver a la menor del grupo- ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que pasó? Tú eras parte del grupo 3º.

-05, que bueno, al fin alguien me ha encontrado- dijo entre sollozos mientras dejaba a 02 sentada a un lado y la desataba a ella- Estoy bien, pero me duele todo y tengo frío.

Abrí la mochila y le entregué la manta que quedaba. Nos sentamos al lado de la inconsciente 02, partí una de las manzanas a la mitad y nos dispusimos a comerla. Era importante ahorrar comida.

-Cálmate, ya estoy aquí.- llevaba un buen rato llorando a solas, cosa que delataba sus ojos rojos- Ahora dime, ¿qué fue lo que pasó exactamente?

-Bueno, verás…-comenzó a relatar un poco más tranquila- La misión había ido bien desde que entramos por los tubos de ventilación. Los llamamos y tuvimos que cortar porque oímos asesinos aproximarse por el pasillo y Camila no quería arriesgarnos a ser descubiertos.- se detuvo para secarse las lágrimas- Luego seguimos avanzando y los llamamos otra vez. En medio de la llamada se oyeron explosiones y la mitad de ustedes corrieron hacia arriba. Alonso se quedó preguntando si todos estábamos bien. En eso se oyeron unas sondas y el comunicador comenzó a perder señal y cortamos la transmisión. Luego se oyeron metralletas y unas balas entraron por las rejillas de los lados. El grupo quedó dividido en dos. Yo me quedé del lado izquierdo junto con 14 y 07, mientras que 08 se quedó a la derecha con Camila y Zack. La rejilla cayó y entraron un par de granadas. Mi grupo corrió hacia el lado opuesto del otro. Cuando pasamos sobre otra rejilla, una de las balas le dio a 07 en el brazo. En la riñonera con la que yo cargaba había un botiquín, y entre 14 y yo le tratamos de forma rápida y provisional la herida.

-¿Y qué pasó luego? –inquirí- Es decir, ¿cómo acabaste aquí?

-De acuerdo, luego seguimos corriendo con 07 herido, y los asesinos nos interceptaron en la sala de maquinarias. –continuó- Nos ataron, vendaron y amordazaron y luego fuimos llevados a pie hasta alguna parte. A 07 se lo llevaron primero, luego me llevaron a mí. No sé que pasó con 14 ni que le ocurrió a 07.-dijo preocupada- Sólo sé que permanecí atada a este árbol durante varias horas, cuando los sujetos que montaban guardia a mi alrededor gritaron no sé que cosas y se fueron corriendo. He estado sola aquí desde entonces, logré quitar la venda de mis ojos hace ya unas quince horas. Lo único que comí fue una manzana que cayó del árbol y logré atraparla con mi boca.

-Eso explica que estés intacta –dije pensativo.

-Ahora dime tú, ¿qué le ha pasado a 02?- dijo 11 mirando a la inconsciente.

-Anda a saber, cuando desperté me encontraba en la Cordillera del Lobo y la hallé tirada en medio de la nieve.- dije yo- Supongo que tendremos que esperar hasta que se despierte para preguntarle.

-Ya veo.

-Hey, ¿y la riñonera que dijiste traías contigo?

-Me la quitaron los asesinos, lo único que conservo es una linterna, un par de banditas, el colgante con mi nombre y un trozo de venda ensangrentado.- contestó.

-Ah…- dije pensativo- Oye, 11, ¿cuál es tu verdadero nombre?

-Shima, Shima VonDakre.-dijo ella- ¿Y tú?

-Athen Siphikke.- le contesté.

Hubo silencio.

-¿Cuál será el verdadero nombre de 02?- me preguntó.

-No lo sé, tiene cara de Sara.- le contesté.

-¿Sara? No, definitivamente parece Samantha.

-No, ella tiene cara de Sara.

-Samantha.

-¡Sara!

-¡Samantha!

-¡SARA!

-¡SAMANTHA!

-Agh… ¿qué demonios?... ¿por qué diantre tienen que gritar tanto?

Mientras Shima y yo discutíamos, 02 debió haber recuperado el conocimiento.

-¡Oh, 02! ¡Qué bueno que estés bien!-dijo la pequeña alegremente.

-Ya decía yo, llevas casi doce horas sin decir nada desde que te encontré inconsciente.

-Si… recuerdo haberme ahogado en medio de una estampida de asesinos despavoridos que me empujaron al río…- dijo recordando.

-¿Y cómo demonios terminaste en medio de la Cordillera del Lobo?-dije sorprendido.

-¿Fue ahí dónde me encontraste?- dijo aún más sorprendida que yo- Vaya, la verdad es que no tengo idea.

-Por cierto, intercambié mochilas.

-Si, no importa.

-Bueno, entonces, 02… ¿cuál es tu verdadero nombre?- dijo curiosa Shima.

-¿Ah…? Phoebe Cattlinn.- dijo aún adolorida.

Hubo silencio durante unos minutos. Shima y yo nos miramos de manera extraña y Phoebe estaba confundida.

-Bueno…-dije tratando de disimular mi decepción- Yo soy… espera, ¿para qué te lo digo? ¡Tu hiciste los colgantes, diablos, te sabes los nombres de los seis!

-Por supuesto.- dijo con una pequeña risita, al menos estaba recobrando su actitud usual.

Cuando me percaté, Phoebe tenía un ojo de color azul, color diferente a sus ojos marrones.

-Hey, Phoebe, ¿Por qué ahora uno de tus ojos es azul?

-¿Uno?- dijo ella confundida- Oh, es cierto, nunca me quité los lentes de contacto.

-¿A qué te refieres?- dijo Shima.

-Ah, es que un par de días antes de ser una capturada, mis amigas querían hacer una fiesta de disfraces, y me llevaron a su casa para que yo me encargara de recibirlos a todos sin que me reconocieran.

-Y junto con el disfraz de dieron lentillas azules… ya veo.

-No, me dieron lentillas marrones.- dijo ella aún confundida- Mi color real de ojos es azul, heredado de mi padre.

-Ah… ¡¿entonces te olvidaste que quitarte las lentillas por un año y más?!- dijo Shima sin creérselo.

-Je je je… es que durante la conmoción de mi captura se me olvidó por completo.- dijo algo avergonzada- La lentilla faltante se me debe haber caído en el río.

-Agh… ahora qué falta, que nos digas que las puntas azuladas de tu pelo son naturales.-dije asombrado.

-Pero sí lo son, mi madre tenía el cabello azul oscuro.-dijo ella sin comprender mi sarcasmo.

-¿Es eso posible?- dijo Shima aún más asombrada que yo- Entonces tus pecas son de mentira.

-No, ésas son reales, Shima…-dijo algo extrañada.

-Como sea, debemos encontrar al resto del grupo.- dije intentado tomar el liderazgo- ¿Alguna idea de a dónde ir?

-Yo recuerdo haber caminado en línea recta todo el tramo en que no pude ver nada… que fueron como tres horas.- dijo Shima recordando.

-¿Crees que 14 y 07 estén muy lejos?- dije.

-Cualquier cosa les puede haber pasado.- me respondió- Si no te topaste con ellos antes de hallarme a mí, es porque están más cerca del albergue.

-Y eso significa peligro.-comentó Phoebe.

-¿Tú no hallaste a nadie?- le dije a la de ojos diferentes.

-Bueno, estuve sola desde que nos separamos en el refugio…- dijo ella tratando de recordar- Oh, recuerdo haberme encontrado con un grupo de cuatro niñitos de preescolar y luego haber visto a 10 buscando algo a lo lejos, pero fue entonces que la estampida de asesinos me botó al río.

-Así que los niñitos siguen vivos…

-¿También los viste?- me preguntó Phoebe.

-No, pero me encontré con 10 en una laguna y me contó sobre ellos.

-¿No te topaste con nadie más?- inquirió Shima.

-Bueno, si.- dije recordando- Hallé a 01 y con él nos colamos al albergue… pero lo perdí dentro. Luego quedé inconsciente y desperté cerca de la laguna en la que luego me encontré a 10. Después de eso aparecieron Jade y 18, pero algo comenzó a atacarnos y desperté en la Cordillera del Lobo.- dije finalizando- Oh, y luego hallé a Phoebe tirada en la nieve.












Nuevo cap, yay! :'DDD
igual a nadie le importa (?)

Por cierto, no tengo idea de cuando voy a subir el que sigue.
Como sea, saludos ^^/
 

Amith

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Los capturados

Capítulo 26/?

Historia:


-Sigo sin comprender cómo demonios llegué a la nieve.

-Yo recuerdo haberme ahogado en la laguna y desperté en una caverna, también en la nieve.

-Yo… no tengo nada extraño que contar.

-¡11!

-Shima, alguien te llama.- dije poniéndome en pie.

-Sí me percaté de eso.- dijo ella en estado de alerta.

Todos hicimos silencio esperando que quienquiera que hubiere gritado lo volviera a hacer. Lo único visible a la redonda eran manzanos y pinos, hojarasca, frutas caídas y ramas a forma de obstáculo. No se oían las aves, ni los grillos o las cigarras que acostumbrábamos oír en las rutinas del bosque. El lugar entero se había sumido en un absoluto silencio, dándole paso a los ensordecedores estallidos de las bombas aliadas y enemigas.

Los sonidos de las peleas se oían a lo lejos. De rato en rato se sentía un temblor seguido de cerca de una abrumadora explosión. Pero el llamado no regresaba.
Guardamos silencio, alertas a cualquier insecto que se moviese. Pasaron dos y luego tres minutos, pero no se repitió el sonido.

-¿Qué pudo haber sido?- dijo Phoebe rompiendo el silencio con un susurro.

-¿Alguno de nuestros compañeros?- dije.

-Shh, puedo oírlo- dijo Shima.

Eso era muy probable, la pequeña había demostrado tener el sentido del oído muy desarrollado por encima de todos los demás.

-¡¡11!!

Lo que sea que fuere, se estaba acercando.

-¡11! ¡Soy yo, 07! ¡¿Dónde estás?!

-¡Es 07! –dije emocionado, era uno de mis mejores amigos.

-¡Aquí estoy! –gritó Shima.

Pasó un minuto de espera. 07 debía estar aún vendado de ojos, o bastante herido. Y según lo que dijo Shima, era a él a quien le había dado la bala.

Apareció de entre los arbustos, y en muy mal estado.

-¡07!

Phoebe y Shima corrieron a ayudar a su compañero a sentarse dentro de la ronda.

07 se encontraba muy mal. Aparentemente había conseguido detener el sangrado de la herida que causó la bala, tenía todo ese brazo cubierto por la venda “provisional” hecha por Shima y 14. Una de sus piernas tenía una herida por la cual asomaba parte del hueso, todo el pantalón empapado de sangre y parte de la camisa también. Uno de los lados de dicha prenda ya no existía, había sido arrancado, y era del mismo lado en el que estaba el brazo herido de bala. Tenía una venda en la cabeza puesta de tal forma, que no se veía su ojo derecho. La zona de la frente que cubría la venda estaba malgastada y teñida de rojo. Sus cabellos color blanco casi crema estaban despeinados y teñidos de rojo al igual que la venda.

A pesar de todo eso, aquellos ojos color zafiro brillaban al reconocer a sus compañeros sanos y a salvo. La sonrisa que nos dedicaba todas las mañanas volvió a aparecer en su rostro. Yo siempre había admirado a 07, podía hacer el papel de padre protector si los demás estaban deprimidos, aún si él estaba peor que ellos… y teniendo sólo catorce años. Había madurado bastante joven.

-Oh, vaya 07, ¿qué te pasó?- dijo Phoebe observando el hueso de su compañero.

-Es una larga historia- dijo sonriendo dulcemente.

Phoebe había regresado a sentarse frente a 07. Shima estaba revisando que no tuviera otra cosa fuera de lugar. Todos estábamos en una ronda, rodeando las mochilas.

Abrí la que había estado cargando y saqué una manzana, luego la partí en dos y le dí una mitad a 07 y la otra a Phoebe, puesto que no había comido nada.

-Gracias.

-No hay por qué, debes tener hambre.

-Por cierto, ¿cuál es tu verdadero nombre?- dijo Shima.

-Galonck, Bill Galonck- dijo el de pelo crema- ¿Y tú?

-¿No hacen una bonita pareja?- me susurró Phoebe al oído.

-Yo soy Shima VonDakre.- dijo la pequeña muy alegre.

-Phoebe, ¿aún en medio de una guerra se te ocurre pensar en eso?- le devolví el susurro.

-¿Y tú, 05?- me preguntó Bill.

-Yo soy Athen Siphikke.

-¡Oh, vamos! Admite que son adorables.- insistió Phoebe susurrando cerca de mí.

-Así que Athen…- dijo Bill, quien parecía no percatarse del hecho de tener un hueso visible- ¿Y qué hay de ti, 02?

-Ah, yo soy Phoebe Cattlinn.

-Bueno, sí.- le susurré al oído- De acuerdo, se ven adorables, pero no es el mejor momento para eso.

-Ya, como quieras.- susurró entrando a su estado de pucheros.

-Oh, si tan sólo tuviera la riñonera podría hacer algo al respecto.- dijo Shima mirando con asco el hueso visible de Bill.

-Hablando de eso,- dijo el herido descolgando una gran mochila. La abrió y extrajo de ella una mochila más pequeña.- logré tomarla a escondidas antes que nos ataran y nos abandonaran en el bosque.- le dedicó una sonrisa a Shima.

-Como se esperaba de Bill.- dijo Phoebe, al parecer satisfecha- Shima, dime que puedes ocultar ese hueso de nuevo.

-Eso espero.

La pequeña se acercó a su ahora recobrada riñonera y buscó dentro el botiquín. Sus largos y lacios cabellos blancos se escurrían dentro del equipaje, dificultando la visión.

Le pedí a Phoebe mi mochila y saqué de ella una de las ligas para el pelo de los bolsillos laterales.

-Gracias.- dijo Shima al recibir la liga.

En un rápido movimiento, Bill se situó detrás de ella, le quitó la liga de las manos y se dispuso a atarle el cabello.

-Gracias, Bill.

-De nada.- decía él mientras peinaba el cabello de la pequeña con sus dedos.

Para cuando el botiquín fue hallado en lo profundo de la riñonera, Bill ya había terminado con su obra maestra.

Phoebe sacó un espejo de quien sabe donde y lo puso frente a Shima.
Las mejillas de la pequeña enrojecieron.

-Con una simple coleta bastaba.- dijo aún sin reconocerse- Pero gracias.

Bill se limitó a sonreír.

Phoebe me pidió que la ayudara a organizar las cosas, mientras Shima lavaba, limpiaba y vendaba las heridas de su compañero.

La idea de Phoebe consistía en que no nos separásemos, que a partir de ese momento éramos un equipo y nos íbamos a cuidar entre nosotros.
Recargó las pistolas y los silenciadores, y los repartió entre los cuatro miembros del grupo.

-¡Bien, a partir de ahora somos la “Brigada de Rescate”!- dijo la oji azul alegremente.

-¿Cuándo acordamos tener un nombre?- repliqué.

-¡Y los cargos ya están decididos!- dijo ella ignorando maravillosamente mi réplica y pasando a tomar el liderazgo del grupo.

-¿En serio?- dijo Shima emocionada.

-¡Sip! Ahora, escúchenme atentamente.- dijo Phoebe- ¡Athen!- me apuntó con su dedo índice- Tú te encargarás de los ataques directos.

-Como sea.- no era un cargo tan malo.

-¡Bill!- ahora apuntó al de ojos zafiro- Tú te encargarás de los ataques a larga distancia.

-Bien.- dijo de manera sumisa.

-¡Shima!- ahora apuntó a la pequeña- Tú serás la médica.

-De acuerdo.- aceptó alegremente.

-Y yo seré la comandante.

Era de esperarse.








Nuevo cap :'DD
 

Amith

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Los capturados

Capítulo 27/?

Historia:



-Pero eso no es todo.

-¿Hay más?- dije algo molesto.

-¡Claro qué sí! ¿O acaso pensabas que con cuatro cargos podríamos hacer algo?- me dijo ella- De cualquier forma, todos nosotros vamos a tener un cargo adicional, ¿bien?

-De acuerdo.- dijeron Shima y Bill.

-Supongo que no me queda de otra.

-¡Bill, tu serás el vigía!- dijo Phoebe- Athen, tú el estratega. Shima será la encargada de los equipos y yo de las comunicaciones.

-Ni que fuéramos agentes secretos.

-Athen, estamos en medio de una guerra. ¡Alguien debe encargarse de ayudar a los inocentes! Dejemos que el Conde, el Duque y el Barón se peleen entre ellos.

-Como sea.

-¡Bien! ¿Alguien tiene alguna duda?- dijo la líder.

-¡Yo, yo!- dijo Shima levantando la mano enérgicamente- ¿No deberíamos conseguir una base?

-No es mala idea.- comenté.

-No, no lo es. Es una excelente idea.- dijo Phoebe- De acuerdo, debemos conseguir una base.

-¿Qué hay del refugio?- dijo Bill.

-No, se encuentra demasiado cerca al albergue.- negué.

-¿Y una cueva?

Hubo un largo silencio. Shima se dio cuenta que no era muy buena idea, así que decidió callarse. El resto continuamos dando ideas.

-¿Y qué hay de la habitación aislada?

-¿La qué?

Cierto, se me había olvidado. Ninguno de ellos había estado conmigo para cuando desperté en esa extraña habitación. Ni siquiera 10, 18 o Jade la habían visto. Y dudaba mucho que hubieran pasado por ahí.

-Oh, es una habitación de unos veinte metros cuadrados, se encuentra en medio de la nada. No forma parte de una estructura mayor ni nada por el estilo.- dije- Desperté en ella luego de desmayarme en el albergue, se encuentra a unos treinta metros de árboles de un claro en el bosque. El claro tiene una laguna muy bonita.

-Podría ser una buena opción.- dijo Bill.

-¿Y sabes cómo llegar?- me inquirió Phoebe.

-Tengo una vaga idea de en dónde puede encontrarse.

-¡Entonces qué estamos esperando!- mandó la oji azul.

-¡Síganme!

Recogimos las cosas y nos pusimos en pie. Shima pasó el brazo de Bill por su hombro para ayudarlo a caminar. Yo lideraba la marcha y Phoebe me seguía de cerca.

Realmente, cuando dije que tenía una vaga idea de la localización de la habitación aislada, no era broma. Apenas tengo una suposición debido a lo poco que observé mientras me acercaba a Qet.

Si mis suposiciones estaban en lo cierto, aquella laguna debía estar bastante lejos del refugio. Se encontraba entre el albergue y la Cordillera del Lobo. Recuerdo haber visto (no sé cuándo) un mapa del bosque, y haber visto varias lagunas. Una debió haber llamado mi atención, pues es la que más recuerdo. Era una laguna completamente circular dentro de un claro igualmente circular, rodeado de pinos.

Caminamos durante unas tres horas sin parar. El panorama no nos ofrecía nada diferente.

No fue sino a las supuestas cuatro horas de caminar que empezamos a divisar pinos. Seguimos avanzando. El olor a madera inundaba el lugar. Era probable que los árboles caídos por las explosiones estuvieran exponiendo sus troncos partidos al ambiente, eso explicaba la fragancia de pinos.

Hubo un momento en el que ya no había otros árboles alrededor que no fueran los ya mencionados. Y entonces salimos a un claro con una laguna circular en medio.
Habían árboles caídos en un lado y en el otro extremo habían un par de agujeros causados por las bombas. Por lo demás, la laguna seguía siendo increíblemente bella.

-Oh, es tan bonito.- decía Shima.

-Sí, es un lindo lugar.- dijo Phoebe girando la cabeza para escrutar el paisaje- ¿Dónde está la habitación aislada, Athen?

Me fijé en el pasto. Había una zona que estaba aplanada y tenía unas manchas de sangre. Reconocí el lugar en donde Jade y 18 habían aparecido, y donde yo había estado sentado con Qet.

Entonces la habitación estaba casi en frente nuestro.

-Por aquí, síganme.

Los guié alrededor de la laguna hasta quedar del otro lado. Inspeccioné las manchas de sangre en la alta hierba. Luego los llevé entre los pinos.
Fallé en los cálculos. No había treinta metros, había cinco metros entre el claro y la habitación.

No había indicios de que alguien hubiera venido a inspeccionar el lugar luego de atacarnos. Lo bueno era que no regresarían, no tras haber bombardeado el lugar de tal forma y dejar la falsa advertencia de “si vuelves, te mato”. Estaban seguros de que nadie se atrevería a regresar.

Shima y Phoebe se hubieran asustado y probablemente creído la advertencia, por eso era bueno que fuera yo el único que sabía del ataque.







Cap 27 :'DD
Sí, señores, esta cosa sigue viva.
 
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