Juglar
Volviendo al Wahacking!
Cuando te enamoras sientes una conexión especial con alguna persona, sientes unos cosquilleos en el pecho y todo se vuelve maravilloso, inviertes tiempo pensando en como sería una vida con esa persona y luego la realidad te dicta que ese amor es imposible, ya sea por la distancia, por que está con otro, no siente lo mismo o cualquier otra razón que hace que tu corazón se parta cuan cristal. Pero hay algo que te rompe aún más el corazón...
La historia de nuestro protagonista, llamado Abel, y que posiblemente te identifiques con la historia de esta persona...
Que día tan terrible, a veces no sé si me llamo Abel o me llamo ''cacapís'', nombre que me han asignado mis compañeros de segundo ciclo de ESO, véase la inteligencia de esta panda de simios y su respectiva madurez por el simple hecho de quejarme de no poder escuchar a la profesora de biología con los ruidos y comentarios pueriles de estos ineptos.
Solo aprecio aquí a una persona, a una amiga muy especial, no es la típica choni verdulera que parece que en vez de camiseta lleve sujetador, es una persona con la que me siento especial y en la que invierto tiempo pensando en ella, tenemos cosas en común pero a la vez somos diferentes y eso me gusta, por ejemplo compartimos la afición de la literatura pero en cambio nos gustan géneros diferentes. Parecemos dos humanos que nos hemos encontrado en un mundo de primates.
Ya había tocado el aviso para salir al patio, unos iban a pelearse, otros para señalar a quienes consideraban tías buenas alias pendones, otros a hablar tonterías como si fueran temas filosóficos, yo estaba en una parte del patio donde no había mucho ruido con ella, empezamos a hablar y le pedí salir obviamente no con el baile de apareamiento que suele frecuentar por esos lares, me encargué de que le gustase a Bernadette, y que fuese lo más romántico posible y de hecho funcionó, ella confesó su amor hacia mi y empezamos a tener una relación de novios.
¡Mis compañeros se extrañaron! tras saber que era Bernadette hacían comentarios como ''Tal para cual'', ''los raritos juntos, el duo dinámico''. Y cosas más infantiles, pero bueno, era gente que no aportaba a mi vida y ahora que estaba con esa dama ya no me importaban.
Los días pasaban, nuestro amor iba en aumento y nos regalábamos cosas, a mi me regaló una rosa y yo le regalé un libro que estaba ansiosa por leer, Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. También empezamos con los detallitos, nos reíamos de los orangutanes de nuestro instituto con manipulaciones del lenguaje, nuestro amor llegó a tanto que incluso para el día de los enamorados, tras 4 meses, nos regalamos cosas de gran valor, yo le escribí un libro con más de 50 poesías provocadas por su amor y ella me narró una gran historia sobre su vida y lo importante que soy para ella.
Éramos positivo y negativo, la tierra y el mar, un labio y otro labio...
Los meses pasaron, ya estábamos a poco de acabar el curso y estábamos deseando que llegase el verano para estar todo el día juntos y que el próximo cuso haya gente más calificable como humana y que los Homo Habilis hayan evolucionado a Homo Antecessor.
Llegó el verano, ¡El verano del amor! caminábamos y disfrutábamos del paisaje, nos bañábamos en el río, veíamos el amanecer sobre el tejado, aunque a veces llovía aunque era bonito ver también la lluvia sobre el tejado, compartir chaqueta y amor, también sus labios con los míos.
El verano iba pasando, hasta que casi a su fin, decidimos estar solos en una cena romántica, al terminar ambos teníamos ganas de abrazarnos muy fuerte, ahí iba empezar mi auténtico infierno, inocente de mi...
Esa noche pasó algo especial, ella me quitaba la ropa lentamente y yo hacía lo mismo, nuestros cuerpos desnudos se acostaron entre sí y hicimos el amor, y quiero destacar el amor, por supuesto, la pasión de nuestro amor era una llama ardiente, no como cuando se aparean los de mi instituto, ella acabó acostada en mi pecho y sus labios rozaban mi cuello, salimos fuera de la cabaña, cerca del río y nos dirigimos a casa, obviamente nuestros padres no sabían nada, no lo iban a comprender, aunque pronto se enterarían...
''¡Estoy embarazada!'' las palabras sentenciadoras, no se lo podíamos contar a nuestros padres, además de que sus padres no apoyaban mucho el aborto, siendo éstos religiosos, y el aborto tampoco era una idea que a mi y a ella nos agradase.
Tras tres meses había que decirlo, mis padres enfurecidos junto a los de Bernadette fueron a hablar con nosotros juntos, mis padres sin dejarme a mi con voz y voto, decidieron que no me haría encargo del niño o niña, yo les contesté aunque solo me llevé una bofetada de mi padre, entre la cara roja y mis llantos me fui corriendo y Bernadette quiso ir detrás de mi pero sus padres le retenieron.
Cuando volví a casa había una carta:
''Quisiera decirte que he pasado los mejores meses de mi vida, siempre has sido un excelente amigo, pero sobre todo, el amor de mi vida, mi corazón tras mi marcha obligatoria por parte de mis padres hacia un internado suizo es inmediata y no puedo hacer nada, forzosamente nuestro amor se tiene que deshacer, aunque cada día y cada noche piense en la única persona que me ha comprendido, escuchado y amado, aunque me pase los días escuchando a Laura Pausini, Mocedades, Janette... aunque mi corazón palpite por ti cada segundo y aunque mis lágrimas estén llenas de tristeza, me temo que jamás nos podremos ver, nos han separado como a dos imanes, eramos el amor absoluto, el único recuerdo que me quedará de ti será esta preciosa niña, espero que guardes con esmero esta carta y estos sentimientos inolvidables que yacerán por siempre en nuestros corazones, sentenciados por el dolor por siempre, por el amor.
Atte: Bernadette.''
Entre lágrimas estuve leyendo esa carta y entre lágrimas estoy ahora pensando que el amor de mi vida y el fruto de ese amor jamás los volveré a ver, mi corazón ahora está vacío y vivo para el continuo sufrimiento, hasta el fin de los tiempos, con lágrimas de tinta expreso este dolor...
Fin.
La historia de nuestro protagonista, llamado Abel, y que posiblemente te identifiques con la historia de esta persona...
Que día tan terrible, a veces no sé si me llamo Abel o me llamo ''cacapís'', nombre que me han asignado mis compañeros de segundo ciclo de ESO, véase la inteligencia de esta panda de simios y su respectiva madurez por el simple hecho de quejarme de no poder escuchar a la profesora de biología con los ruidos y comentarios pueriles de estos ineptos.
Solo aprecio aquí a una persona, a una amiga muy especial, no es la típica choni verdulera que parece que en vez de camiseta lleve sujetador, es una persona con la que me siento especial y en la que invierto tiempo pensando en ella, tenemos cosas en común pero a la vez somos diferentes y eso me gusta, por ejemplo compartimos la afición de la literatura pero en cambio nos gustan géneros diferentes. Parecemos dos humanos que nos hemos encontrado en un mundo de primates.
Ya había tocado el aviso para salir al patio, unos iban a pelearse, otros para señalar a quienes consideraban tías buenas alias pendones, otros a hablar tonterías como si fueran temas filosóficos, yo estaba en una parte del patio donde no había mucho ruido con ella, empezamos a hablar y le pedí salir obviamente no con el baile de apareamiento que suele frecuentar por esos lares, me encargué de que le gustase a Bernadette, y que fuese lo más romántico posible y de hecho funcionó, ella confesó su amor hacia mi y empezamos a tener una relación de novios.
¡Mis compañeros se extrañaron! tras saber que era Bernadette hacían comentarios como ''Tal para cual'', ''los raritos juntos, el duo dinámico''. Y cosas más infantiles, pero bueno, era gente que no aportaba a mi vida y ahora que estaba con esa dama ya no me importaban.
Los días pasaban, nuestro amor iba en aumento y nos regalábamos cosas, a mi me regaló una rosa y yo le regalé un libro que estaba ansiosa por leer, Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. También empezamos con los detallitos, nos reíamos de los orangutanes de nuestro instituto con manipulaciones del lenguaje, nuestro amor llegó a tanto que incluso para el día de los enamorados, tras 4 meses, nos regalamos cosas de gran valor, yo le escribí un libro con más de 50 poesías provocadas por su amor y ella me narró una gran historia sobre su vida y lo importante que soy para ella.
Éramos positivo y negativo, la tierra y el mar, un labio y otro labio...
Los meses pasaron, ya estábamos a poco de acabar el curso y estábamos deseando que llegase el verano para estar todo el día juntos y que el próximo cuso haya gente más calificable como humana y que los Homo Habilis hayan evolucionado a Homo Antecessor.
Llegó el verano, ¡El verano del amor! caminábamos y disfrutábamos del paisaje, nos bañábamos en el río, veíamos el amanecer sobre el tejado, aunque a veces llovía aunque era bonito ver también la lluvia sobre el tejado, compartir chaqueta y amor, también sus labios con los míos.
El verano iba pasando, hasta que casi a su fin, decidimos estar solos en una cena romántica, al terminar ambos teníamos ganas de abrazarnos muy fuerte, ahí iba empezar mi auténtico infierno, inocente de mi...
Esa noche pasó algo especial, ella me quitaba la ropa lentamente y yo hacía lo mismo, nuestros cuerpos desnudos se acostaron entre sí y hicimos el amor, y quiero destacar el amor, por supuesto, la pasión de nuestro amor era una llama ardiente, no como cuando se aparean los de mi instituto, ella acabó acostada en mi pecho y sus labios rozaban mi cuello, salimos fuera de la cabaña, cerca del río y nos dirigimos a casa, obviamente nuestros padres no sabían nada, no lo iban a comprender, aunque pronto se enterarían...
''¡Estoy embarazada!'' las palabras sentenciadoras, no se lo podíamos contar a nuestros padres, además de que sus padres no apoyaban mucho el aborto, siendo éstos religiosos, y el aborto tampoco era una idea que a mi y a ella nos agradase.
Tras tres meses había que decirlo, mis padres enfurecidos junto a los de Bernadette fueron a hablar con nosotros juntos, mis padres sin dejarme a mi con voz y voto, decidieron que no me haría encargo del niño o niña, yo les contesté aunque solo me llevé una bofetada de mi padre, entre la cara roja y mis llantos me fui corriendo y Bernadette quiso ir detrás de mi pero sus padres le retenieron.
Cuando volví a casa había una carta:
''Quisiera decirte que he pasado los mejores meses de mi vida, siempre has sido un excelente amigo, pero sobre todo, el amor de mi vida, mi corazón tras mi marcha obligatoria por parte de mis padres hacia un internado suizo es inmediata y no puedo hacer nada, forzosamente nuestro amor se tiene que deshacer, aunque cada día y cada noche piense en la única persona que me ha comprendido, escuchado y amado, aunque me pase los días escuchando a Laura Pausini, Mocedades, Janette... aunque mi corazón palpite por ti cada segundo y aunque mis lágrimas estén llenas de tristeza, me temo que jamás nos podremos ver, nos han separado como a dos imanes, eramos el amor absoluto, el único recuerdo que me quedará de ti será esta preciosa niña, espero que guardes con esmero esta carta y estos sentimientos inolvidables que yacerán por siempre en nuestros corazones, sentenciados por el dolor por siempre, por el amor.
Atte: Bernadette.''
Entre lágrimas estuve leyendo esa carta y entre lágrimas estoy ahora pensando que el amor de mi vida y el fruto de ese amor jamás los volveré a ver, mi corazón ahora está vacío y vivo para el continuo sufrimiento, hasta el fin de los tiempos, con lágrimas de tinta expreso este dolor...
Fin.
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