Bueno quería presentarme, soy nuevo. Y recién hace un día me entere que existía esta zona así que sin mas escribí un relato corto que espero sea de su agrado. Así que nada aquí se lo dejo. Disfruten
La vida del nunca comprendido:
Con esperanza de algún día viajar, aquí soy condenado. Aparezco de sorpresa y al no poder escapar, me veo obligado a atacar. Todos los días me recupero para probar suerte, a veces pasan hasta meses sin que me llegue una oportunidad y otras cuantas no me dan ni un minuto de respiro. Vivo cerca de una pequeña ciudad, junto con todos mis compañeros que les aguarda este mismo destino. Alguna vez forzosamente me he tenido que enfrentar a quienes vivían conmigo, no los culpo, era su deber hacerlo y no tenían alternativa. Luego de esos infiernos en batalla me pregunto ¿Porque lo sigo haciendo? ¿Qué es lo que me motiva a hacerlo? Saco fuerzas de un lugar extraño y salgo como si nada, como si nunca antes lo hubiera hecho y como si el resultado fuese a cambiar. Cae la noche y después de mucho me toca descansar, mis piernas ya no son las de antes y con el tiempo me he vuelto modesto. Aun cuando descanso mis oídos siguen alerta de algún peligro, ya que muchas veces soy perseguido por los más fuertes, por suerte tengo varios compañeros que me ayudan en mi lucha por sobrevivir y proteger a mi nueva familia. Tres bellos hijos junto con mi pareja. Cae un nuevo día y una nueva oportunidad, esta vez no me derrotaron, pero si me han tomado. Este lugar es raro pero en cierta forma acogedor, creo que podría acostumbrarme a esto, ya que de a poco me vuelvo más fuerte.
Luego de largos viajes, ya no soy el mismo, tengo nuevos amigos, y mi cuerpo ha cambiado. Puedo derrotar a quien antes me perseguían y cuando volví eso hice, pero no contaba con algo al volver. Tuve que luchar contra alguien que me pareció muy conocido, esta vez yo desde el otro lado, en sus ojos noté cierta nostalgia al verme, pero no tuve más alternativa que derrotarlo, no entendía porque lo hacía ni cuales eran mis motivos, se lo quise decir pero no lo tenía permitido. Y así fue como yo, que comencé como un Rattata derrotado miles de veces fue capturado, evolucionado a Ratticate, quien luego derrotó a quienes lo perseguían, sin decir nada más que un grito acabó con su propio hijo.
La vida del nunca comprendido:
Con esperanza de algún día viajar, aquí soy condenado. Aparezco de sorpresa y al no poder escapar, me veo obligado a atacar. Todos los días me recupero para probar suerte, a veces pasan hasta meses sin que me llegue una oportunidad y otras cuantas no me dan ni un minuto de respiro. Vivo cerca de una pequeña ciudad, junto con todos mis compañeros que les aguarda este mismo destino. Alguna vez forzosamente me he tenido que enfrentar a quienes vivían conmigo, no los culpo, era su deber hacerlo y no tenían alternativa. Luego de esos infiernos en batalla me pregunto ¿Porque lo sigo haciendo? ¿Qué es lo que me motiva a hacerlo? Saco fuerzas de un lugar extraño y salgo como si nada, como si nunca antes lo hubiera hecho y como si el resultado fuese a cambiar. Cae la noche y después de mucho me toca descansar, mis piernas ya no son las de antes y con el tiempo me he vuelto modesto. Aun cuando descanso mis oídos siguen alerta de algún peligro, ya que muchas veces soy perseguido por los más fuertes, por suerte tengo varios compañeros que me ayudan en mi lucha por sobrevivir y proteger a mi nueva familia. Tres bellos hijos junto con mi pareja. Cae un nuevo día y una nueva oportunidad, esta vez no me derrotaron, pero si me han tomado. Este lugar es raro pero en cierta forma acogedor, creo que podría acostumbrarme a esto, ya que de a poco me vuelvo más fuerte.
Luego de largos viajes, ya no soy el mismo, tengo nuevos amigos, y mi cuerpo ha cambiado. Puedo derrotar a quien antes me perseguían y cuando volví eso hice, pero no contaba con algo al volver. Tuve que luchar contra alguien que me pareció muy conocido, esta vez yo desde el otro lado, en sus ojos noté cierta nostalgia al verme, pero no tuve más alternativa que derrotarlo, no entendía porque lo hacía ni cuales eran mis motivos, se lo quise decir pero no lo tenía permitido. Y así fue como yo, que comencé como un Rattata derrotado miles de veces fue capturado, evolucionado a Ratticate, quien luego derrotó a quienes lo perseguían, sin decir nada más que un grito acabó con su propio hijo.
