Dragonite
But where's your heart
Progreso general del juego:
Pueblo Gisli: https://vocaroo.com/6hPjy5i31Wu
Casa de prota: https://vocaroo.com/4B8Q0Y5Rpaq
Escena de intro 1: https://vocaroo.com/1zb04zSQrEM
Escena de intro 2: https://vocaroo.com/7k8bIPekySh
Casa de prota: https://vocaroo.com/4B8Q0Y5Rpaq
Escena de intro 1: https://vocaroo.com/1zb04zSQrEM
Escena de intro 2: https://vocaroo.com/7k8bIPekySh
Mapa de la región:
Scan de Pueblo Gisli
Scan de Pueblo Gisli
La región Skoglum es un lugar especial, con una cultura particular. Cada persona tiene su función en este mundo, y nadie nace predestinado a nada. Al igual que el bronce, a base de golpes, la vida va transformando lo que eres. La vida… Ah, qué sería de ella sin Xerneas, aquella diosa que nos da salud, ayuda a los bebés a crecer sanos y fuertes, nos protege en las batallas… Pero así como hay vida, debe haber muerte. Cuando nuestras almas abandonan nuestros cuerpos, el dios Yveltal es el encargado de llevarlas al plano inmortal. También, cuida de nuestros enfermos, y nos protege de las plagas. Ambos viven en armonía. Sin Xerneas, no hay vida; sin Yveltal, las almas no descansarán en paz.
Un día, como cualquier otro, un extraño sujeto vestido de túnicas azules, se paró en medio del mercado y nos dijo algo que nos dejó pensando. Levantó las manos al cielo y gritó “¿Qué es Yveltal exactamente?” Varios más se acercaron, sorprendidos por los gritos. Del murmullo, empezaron a salir breves respuestas: “Es nuestro protector!” “Sí, nos acompaña al otro mundo cuando fallecemos!” “Y también evita que tengamos plagas!” El extraño sujeto negaba con la cabeza, y chistaba con una fuerza sorprendente “¿Es eso? ¿O es que él causa que muramos? ¿Nos protege de las plagas, o simplemente se conforma con no ocasionarlas? ¡ES UN MONSTRUO!” Un báculo salió de su manto, y golpeó el suelo. “Es un ser lleno de odio y rencor hacia la raza humana. ¡Le encantaría vernos enfermos, agonizando, muertos! ¡Cosechar almas es su profesión!” Un murmullo temeroso invadió las tiendas, mientras el sujeto se quedaba completamente quieto, aguardando a que el silencio se hiciese de nuevo. “He venido de parte de la bondadosa diosa Xerneas. Ella puede salvarlos, puede darles salud, buenas cosechas, buenos partos. ¡Sólo deben creer en Ella, y sólo en Ella! ¡Deben dejar de lado al horripilante asesino de humanos, el propagador de enfermedades que ustedes conocen como Yveltal!” Sus manos se abrieron, y mostraron una especie de sotana blanca, con detalles de varios colores, que representaban la osamenta sagrada de Xerneas. “Síganme, y Xerneas los acogerá en su seno para toda la eternidad. ¡Quédense, y las garras de Yveltal arrancarán su alma cuando menos lo esperen!” Comenzó a caminar con dirección hacia el pequeño templo que había en honor a la deidad, y se paró en el altar con los brazos abiertos, mientras una muchedumbre aterrorizada lo seguía. Los que se quedaron, sintieron que el discurso del monje estaba sesgado. Sentían que sólo era una parte de la verdad. Un quiebre en la sociedad se produjo ese día. Hasta ahora, todos en el pueblo creían fervorosamente en ambas deidades. Nos separamos de tal modo, que hasta incluso empezamos a reunirnos con gente que creía en la misma deidad que nosotros. Sólo comprábamos en las tiendas que se identificaban con uno de los dioses, y hasta incluso, nuestros jefes de guerra, al ser electos, expresaban claramente en quién creían y de eso dependía su triunfo o derrota. Una sociedad unida por la necesidad de cuidar su vida y glorificar su muerte, ahora estaba dividida por el rencor, el miedo y la incertidumbre.
Un día, como cualquier otro, un extraño sujeto vestido de túnicas azules, se paró en medio del mercado y nos dijo algo que nos dejó pensando. Levantó las manos al cielo y gritó “¿Qué es Yveltal exactamente?” Varios más se acercaron, sorprendidos por los gritos. Del murmullo, empezaron a salir breves respuestas: “Es nuestro protector!” “Sí, nos acompaña al otro mundo cuando fallecemos!” “Y también evita que tengamos plagas!” El extraño sujeto negaba con la cabeza, y chistaba con una fuerza sorprendente “¿Es eso? ¿O es que él causa que muramos? ¿Nos protege de las plagas, o simplemente se conforma con no ocasionarlas? ¡ES UN MONSTRUO!” Un báculo salió de su manto, y golpeó el suelo. “Es un ser lleno de odio y rencor hacia la raza humana. ¡Le encantaría vernos enfermos, agonizando, muertos! ¡Cosechar almas es su profesión!” Un murmullo temeroso invadió las tiendas, mientras el sujeto se quedaba completamente quieto, aguardando a que el silencio se hiciese de nuevo. “He venido de parte de la bondadosa diosa Xerneas. Ella puede salvarlos, puede darles salud, buenas cosechas, buenos partos. ¡Sólo deben creer en Ella, y sólo en Ella! ¡Deben dejar de lado al horripilante asesino de humanos, el propagador de enfermedades que ustedes conocen como Yveltal!” Sus manos se abrieron, y mostraron una especie de sotana blanca, con detalles de varios colores, que representaban la osamenta sagrada de Xerneas. “Síganme, y Xerneas los acogerá en su seno para toda la eternidad. ¡Quédense, y las garras de Yveltal arrancarán su alma cuando menos lo esperen!” Comenzó a caminar con dirección hacia el pequeño templo que había en honor a la deidad, y se paró en el altar con los brazos abiertos, mientras una muchedumbre aterrorizada lo seguía. Los que se quedaron, sintieron que el discurso del monje estaba sesgado. Sentían que sólo era una parte de la verdad. Un quiebre en la sociedad se produjo ese día. Hasta ahora, todos en el pueblo creían fervorosamente en ambas deidades. Nos separamos de tal modo, que hasta incluso empezamos a reunirnos con gente que creía en la misma deidad que nosotros. Sólo comprábamos en las tiendas que se identificaban con uno de los dioses, y hasta incluso, nuestros jefes de guerra, al ser electos, expresaban claramente en quién creían y de eso dependía su triunfo o derrota. Una sociedad unida por la necesidad de cuidar su vida y glorificar su muerte, ahora estaba dividida por el rencor, el miedo y la incertidumbre.
A Adrian von Ziegler, por toda la OST.
A Lukasz Kapuscinski, por las canciones que estén interpretadas en guitarra.
A Luna, por la mochila del prota.
A Ema.D.Art, por le prota.
A Magiscarf, por los tiles.
A Lukasz Kapuscinski, por las canciones que estén interpretadas en guitarra.
A Luna, por la mochila del prota.
A Ema.D.Art, por le prota.
A Magiscarf, por los tiles.
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