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[Cuento de Terror] "Chorus Mortiferum"

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*Roll.EXE*

al doctor laijt lo mato miutu
Buenas madrugadas, personas de Wah...
Vengo en motivo de exponer mi escrito, mi primer escrito. Espero les agrade. Son libres de comentar instructivamente. Que seria XD

Me llamó la atención el escribir historias, más que todo, cuentos de terror, pero de un terror, no de montruos típicos y así; sino, un estilo un tanto antiguo.

Bueno, procedo al escrito


“Chorus Mortiferum”
By: -Roll Caskett-


Solo Dios puede tener piedad de persona, ¿Qué persona digo? ¡Demonio!, que convirtiese tan extravagante, hermoso y agraciado arte, como lo es la danza; en un mortal hechizo con un final tan sangriento y efímero, que nadie a sus padres desearía en plena adolescencia. Apiádese solo Dios de tal demonio. Este breve cuento relata como una danza acompañada de una melodía en específico, primera vez interpretada en el siglo…, asesinó a millones de personas, personas que solo buscaban divertirse; obra de una persona que no estaba consciente de la brujería y sus consecuencias. Pobre de aquel que realiza tal danza y los que la atestigüen, porque la danza seguirá presente en los descendientes del testigo.


Grato estoy de haber sido trasladado a Inglaterra, por mi gran habilidad en la danza. Gracias a mi experiencia, he bailado junto a los mejores y más famosos danzantes, todos han fallecido poco después de nuestros encuentros, que suerte haberlos conocido antes de su desgracia. He tomado un tren que ha tardado unas 3 horas en llegar al Puerto…, Desde ahí, me dirijo en barco hasta Inglaterra, para danzar junto a los alumnos de la mejor academia de danza del mundo. Hemos tardado menos de lo que esperaba; pero sin embargo debo tomar otro tren hacia…, donde se ubica la academia.

Después de 2 incomodas hora, junto a un mal oliente, diría yo, albañil y a las constantes oleadas de personas que aguardaban en cada estación; he llegado al fin a la academia. El criado me ha recibido muy bien, contario al praefectus Wheeler. Me advirtieron de tal persona.

Ha llegado la hora de la audición, los alumnos observan atentamente mis esplendidos y magníficos movimientos. Recibo honestos aplausos, el praefectus Wheeler solo ha observado con su amargada e incómoda mirada. Poco después de la audición, me he dirigido a mi camarote junto a mis compañeros de cuarto. Muchas pláticas salieron, chicas, gustos, música, más que todo chicas… Hubo un silencio incomodo después de 2 horas de plática.

-¿Deberíamos decirle acerca de la danza…? – Rompió el silencio George.

-Interrumpiendo Dupin- ¿Pues cómo no?, Al cabo está en este lío de la academia con nosotros.

-Bueno- Excalmó William- Relataré yo ese mito.

-Resulta que a eso de la Edad Media hubo un brujo novato, buscador de venganza hacia su amigo, quien lo insultaba sin motivo constantemente. Cansado de esto, abrió un antiguo libro de hechizos macabros, propiedad de su madre. Encontró entre todos, uno que le llamó la atención, relatase más o menos así: “Chorus Mortiferum. rex tenebras, licentiam concedere potest nec pernumerare curiosi ... choros chorus excipiat, et mortem, et in maledictionem erit fetus, et testibus chorus margaritam caram”… Hechizó a su amigo, haciendo que el siguiente baile que realizase, fuese su causa de muerte, y vaya muerte; lo peor es el hecho de que fue testiguado por miles de personas, y el hechizo perdurará en sus descendientes, así que podríamos estar malditos todos los presentes en la academia.-

Se me resulto muy complicado conciliar el sueño durante esa noche. A la mañana siguiente, me despertaron unos gritos de parte de las chicas de la academia. Que desgracia, yacía el cadáver de William en la suite de baile principal. Sus ojos estaban reventados y estirados, de su pecho salía su carnoso corazón, como tal espada en uso. Sus pies estaban hinchados y llenos de llagas muy profundas, hallábase el suelo repleto de oscura y fresca sangre. No se hizo ninguna actividad durante los siguientes 3 días, por respeto a William, que en paz descanse. No hubo pruebas de un asesino, el caso quedó perdido en los expedientes de la Corte. Entablé gran amistad con George los siguientes 4 años que estuve en la academia. Jugábamos ajedrez juntos, resolvíamos crucigramas y el famoso Sudoku en los periódicos, pensábamos de la misma manera y en las lecciones danzábamos tan sincronizadamente, tanto que, nos ganamos la simpatía, juntos, del praefectus Wheeler. Pasamos de las más embarazosas, divertidas, tristes experiencias juntos. Lo que nos unía más, era la pérdida de su gran amigo William, y al no tener con quien dialogar, recurrió a mí, solo alguien que busca una amistad sin intereses me pediría mi amistad como lo hizo George .

Llegó el día del gran Saltatio Tribuisti Anglicus, un festival de danza que se celebra cada 2 años, con el motivo de atraer a los más calificados críticos para convertir a los alumnos de danza en profesionales. La danza que ensayó George estos años, me resultó muy peculiar, casi conocida, casi umbría, con un toque de seducción, pero que daba mala vibra. Estábamos nerviosos, juagase nuestro futuro como profesionales. Llegó el turno de George: danzaba con las descripciones ya dichas. Solo que, él, nunca ensayó junto a la melodía…

Escuchar esa melodía me puso incómodo y poco seguro, me daban náuseas y un mareo entorpecedor. Me daba curiosidad el nombre de melodía que el praefectus Wheeler le había asignado a George… Fui al tocadiscos, no ponía ningún título en el disco. Busqué la funda entre las demás, se me resultó difícil encontrarla. Faltaba poco para que George finalizase su acto y yo no podría apreciarlo por buscar esa maldita funda. Quedé anonadado y torpe al encontrar la funda… Ponía: “Chorus Mortiferum”, tachado con una equis roja. Se me vinieron en un corto lapso de tiempo, las palabras de William, una noche antes de fallecer… Vomité debido al nerviosismo y el impacto que me envolvían cada vez más, al punto de quedar casi sin aliento. Se levantó el brazo de la punta magnética del tocadiscos, señal de que la pieza había concluido… Solo alcancé a exclamar, con nudo en la garganta y sumando esto al poco aliento que tenía, - ¡George!-. Me invadieron de gran tristeza y rabia los gritos de exclamación del público. Me desbordé en lágrimas al observar el cadáver de mi amigo, mi fiel e irremplazable amigo; presentando las mismas características del cadáver de William en aquel fatídico día. Nunca sentí gran deseo de morir, pero que se podía hacer…

Pensar que esta maldición permanecerá en mis hijos, en los hijos de mis hijos, en los nietos de mis nietos me desanima. Sigo sintiendo aquella angustia y aquella tristeza que dediqué a mi amigo, aún con mi avanzada edad. Estoy ya cerca de la muerte, espero reunirme felizmente con George…

Apiádese Dios de todo aquel que dance tal melodía.

Espero seriamente que les haya agradado. Son libres de comentar.

-Roll-
 
Última edición:

Omega

For endless fight
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Moderador/a
Es un cuento muy interesante
Comencé a leer y basto el inicio para hacerme seguir, nunca había imaginado a la danza como un peligro, y este breve relato la hace parecer como un terrible mal, me encanta!

Hay algo que me intriga, el hecho de que George practicara esa danza y que el praefectus Wheeler le
asignara la melodía, sera acaso...

Bueno, para los que leen los comentarios para saber de que trata voy a decepcionarlos, lean el cuento! xD
 
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