Caminando en el desdén,
van cogidos de la mano,
muchas mentes prodigiosas
encarnando pesadillas.
Entre luces y altibajos,
de los ojos apagados,
sus cerebros agotados
resistiendo su control.
Cuando va a caer la noche
entre charlas se oyen voces
y disfrutan con sus tripas
que en sus tiempos cobran vida.