Panda
Still alive
Título El caso del homicicio en navidad.
Autor Panda.
Capítulos Indefinido.
Persona Gramatical Primera persona.
Agradecimientos A Felix por haber creado este concurso, a Tyren y a Calayax por el apoyo dado.
Mi trabajo, si se pudiera decir trabajo, es ser un detective, es extraño porque rara vez surge un caso que sea serio, mayormente sólo me contratan para atrapar a esposos infieles, al menos eso me da de comer. Pero esta vez no era así, era un caso diferente.
Tenía una oficina alquilada en una galería de la ciudad, no era algo monumental pero tenía lo básico: Un escritorio, una computadora, una papelera, un teléfono y una lámpara de escritorio que estaba en oferta. El escritorio en su interior contenía en el primer cajón los recibos por honorarios, en el segundo libros para leer cuando no había nada que hacer (o sea casi todo el día) y en el tercero mi segundo vicio después del café: Chocolate.
El otro día recibí una llamada de una mujer, la cual me sorprendió, porque no me pidió que vigilara a su esposo, me pidió que investigue un caso de un canibalismo, al comienzo me quedé un poco aturdido, después reaccione y le pedí la dirección del lugar del homicidio.
—Calle Azulejo, cruzando el gran puente a la derecha—dijo con voz temblorosa. —Apúrese por favor y vaya con cuidado.
Colgó.
La llamada se oía con eco, como si estuviera en una habitación vacía y el único objeto era ese teléfono.
Como el trabajo no me daba lo suficiente como para comprarme un carro, tome un taxi y me dirigí a dicha dirección, era una casa grande de madera de abeto, se notaba que los adornos habían sido recién comprados, estaban nuevos y ningún foco de luz tenía un error, el jardín estaba lleno de nieve, con algunos adornos de renos que prendían luces y al lado de estos un mini estadio de hockey, daba la sensación de ser una casa muy acogedora, me baje del taxi y me dirigí hacia la puerta, toqué el timbre desgastado y espera a que me recibieran.
—Si diga. —Dijo una voz femenina. — ¿Quién es?
—Soy yo, el detective Jon Baker. — Exclamé. —Me llamó hace unos 15 minutos.
—Pasé por favor.
La puerta se abrió, rechino fuertemente al abrirla, me quité el sombrero y decidí pasar. Por fin tendría un caso verdadero ¿O quizás no?
Autor Panda.
Capítulos Indefinido.
Persona Gramatical Primera persona.
Agradecimientos A Felix por haber creado este concurso, a Tyren y a Calayax por el apoyo dado.
Capítulo 1
Era martes por la mañana, el café como todos los días al levantarme ya estaba listo, era muy eficaz la señora que me servía, aunque ya tenía sus años le ponía esmero al prepararlo y al limpiar la casa. Me di una ducha rápida, me tomé el café que aún seguía caliente y me fui al trabajo.Mi trabajo, si se pudiera decir trabajo, es ser un detective, es extraño porque rara vez surge un caso que sea serio, mayormente sólo me contratan para atrapar a esposos infieles, al menos eso me da de comer. Pero esta vez no era así, era un caso diferente.
Tenía una oficina alquilada en una galería de la ciudad, no era algo monumental pero tenía lo básico: Un escritorio, una computadora, una papelera, un teléfono y una lámpara de escritorio que estaba en oferta. El escritorio en su interior contenía en el primer cajón los recibos por honorarios, en el segundo libros para leer cuando no había nada que hacer (o sea casi todo el día) y en el tercero mi segundo vicio después del café: Chocolate.
El otro día recibí una llamada de una mujer, la cual me sorprendió, porque no me pidió que vigilara a su esposo, me pidió que investigue un caso de un canibalismo, al comienzo me quedé un poco aturdido, después reaccione y le pedí la dirección del lugar del homicidio.
—Calle Azulejo, cruzando el gran puente a la derecha—dijo con voz temblorosa. —Apúrese por favor y vaya con cuidado.
Colgó.
La llamada se oía con eco, como si estuviera en una habitación vacía y el único objeto era ese teléfono.
Como el trabajo no me daba lo suficiente como para comprarme un carro, tome un taxi y me dirigí a dicha dirección, era una casa grande de madera de abeto, se notaba que los adornos habían sido recién comprados, estaban nuevos y ningún foco de luz tenía un error, el jardín estaba lleno de nieve, con algunos adornos de renos que prendían luces y al lado de estos un mini estadio de hockey, daba la sensación de ser una casa muy acogedora, me baje del taxi y me dirigí hacia la puerta, toqué el timbre desgastado y espera a que me recibieran.
—Si diga. —Dijo una voz femenina. — ¿Quién es?
—Soy yo, el detective Jon Baker. — Exclamé. —Me llamó hace unos 15 minutos.
—Pasé por favor.
La puerta se abrió, rechino fuertemente al abrirla, me quité el sombrero y decidí pasar. Por fin tendría un caso verdadero ¿O quizás no?