El planteamiento del juego tiene un giro bastante sorprendente, poniendo al jugador en el control de un padre preocupado al que su familia le ha abandonado. Como es natural en la franquicia, su hijo se fue de casa con 10 años junto a su Pokémon, pero a diferencia de los demás niños, nunca regresó. Las constantes discusiones entre sus padres le aterraban, y por su cuenta y riesgo decidió escaparse de casa. La madre del pequeño terminó separándose del jugador, culpándolo de ser causante de la fuga de su hijo. Todos estos eventos se muestran en pequeños flashbacks al comenzar la partida, ya que el verdadero punto de partida sucede dos años después, tras la llamada de un misterioso hombre llamado Axel, que obliga al jugador ha realizar ciertas tareas por el bien de su hijo.
A pesar del comienzo tan atípico, Pokémon Rage encierra un esquema bastante tradicional respecto a los juegos de la saga, teniendo que avanzar a través de las rutas, derrotando y capturando los Pokémon salvajes que acechan en ellas, para llegar a las ciudades donde generalmente se producen los hechos más relevantes. Por supuesto habrá que elegir un Pokémon inicial, y en esta ocasión, tenemos seis posibles elecciones, uno por generación.
Otro de los aciertos de este Pokémon Rage es el mapa de la región de Kiretsu, que a su vez se divide en dos: Kiretsu oeste y este, siendo esta última donde da comienzo la aventura. Al principio las rutas son completamente lineales, pero más adelante las ciudades comienzan a tener varias conexiones, algo que esperemos aporte un poco más de libertad.
Los mapas son más que correctos, algunos bastante inspirados y originales. Algo que se ha vuelto algo bastante común (sobre todo en los fangames para PC) es llenar el mapa de Pokémon en movimiento para llenar de vida las diferentes zonas del juego, y este también es el caso. La exploración se recompensa, habiendo objetos escondidos en papeleras, conversaciones que premian al jugador, y sobre todo, que aportan detalles relevantes para la historia. Especialmente curiosa es la reacción de los vecinos al ver al protagonista, afirmando incluso que pensaban que su casa había sido abandonada.
Lo que no está tan bien es la selección de tiles, donde se juntan algunos con colores demasiados saturados y otros muy brillantes. Se entiende que es una versión en desarrollo y que el juego no está acabado, pero habría sido de agradecer un estilo común para todos los mapas.
La música también se adolece en este sentido. Diferentes estilos musicales de diferentes juegos en un único título, existiendo incluso notables diferencias de volumen entre canciones. Es de esperar que estos aspectos que empañan la calidad final de Pokémon Rage se corrijan en futuras versiones. Porque la realidad es que estamos ante un trabajo sumamente interesante, que sin duda merece ser jugado.
Si todavía no lo habéis probado ahora es un buen momento para hacerlo. Por supuesto desde la web de Whack a Hack! seguiremos la obra de AsInfinity de cerca, así que si no queréis perderos nada, recordad que todos los viernes realizamos resúmenes con todas las actualizaciones de proyectos igual de interesantes que Pokémon Rage.
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