Jakki
-Empalagoso Tormento-
Hola! Si has llegado aquí por curiosidad te recomiendo quedarte (A no ser que no te guste leer) Muchos ya conoceréis los relatos que voy a postear. Los cuales escribí hace mucho tiempo y es algo que quería revivir. He de decir que si os gusta mi léxica y mi forma de escribir estoy libre como historiador, pero soy bastante exigente con lo que escribo y no aceptaré cualquier cosa.
En fin, os dejaré música ambiental para el momento. Y como no, empecemos con el prólogo y una pequeña introducción, junto con el primero de los relatos.
En fin, os dejaré música ambiental para el momento. Y como no, empecemos con el prólogo y una pequeña introducción, junto con el primero de los relatos.
----------------------------------------------------------------
Horas, meses años años ... Siglos.¿Y que más da eso para un alma inmortal? Un alma creada para destruir; para promover la violencia,para corromper las mentes y ensuciar las almas.
¿Y que mas le da a ese alma? Que fué desterrada al averno para el resto de la eternidad .
Solo quiere causar dolor , dolor y sufrimiento.
Puede demolerse ,reconstruirse , convertirse en un internado y quizás un manicomio, o simplemente cambiar de propietario; pero el alma sigue ahí , intentando cumplir su propósito, conseguir más espíritus que se descarrilen hacia el intrincado sendero de su amo: El señor oscuro
¿Y que más da ?
¿Y que mas le da a ese alma? Que fué desterrada al averno para el resto de la eternidad .
Solo quiere causar dolor , dolor y sufrimiento.
Puede demolerse ,reconstruirse , convertirse en un internado y quizás un manicomio, o simplemente cambiar de propietario; pero el alma sigue ahí , intentando cumplir su propósito, conseguir más espíritus que se descarrilen hacia el intrincado sendero de su amo: El señor oscuro
¿Y que más da ?
Ven; ven hacia aquí, acércate, no tengas miedo, dijo una voz incorpórea tras el velo negro. Era dulce, atrayente, impactante.
Acércate. Y no pude hacer otra cosa, me acerqué. El velo negro que recubría mis ojos se retiraba en un haz brillante que los lavaba con cuidado, suavemente, poco a poco. Sentí miedo, ¿Que habría detrás del velo? ¿Que hacía yo allí? Las fulgurantes dudas pasaban como flechazos por mi alma. Mi alma.
Vamos, acércate, ven aquí.
Y no podía evitarlo, yo me movía hacia allí, y el velo se despejaba como una niebla espesa que deja ver el sol entre sus brazos.
Intenté moverme, pero no podía.
Por un momento, pensé que no estaba allí, pero ya lo comprendía, mis dudas se habían resuelto.El velo negro se despejó, y la luz me acogió en un fulgurante abrazo.
Acércate. Y no pude hacer otra cosa, me acerqué. El velo negro que recubría mis ojos se retiraba en un haz brillante que los lavaba con cuidado, suavemente, poco a poco. Sentí miedo, ¿Que habría detrás del velo? ¿Que hacía yo allí? Las fulgurantes dudas pasaban como flechazos por mi alma. Mi alma.
Vamos, acércate, ven aquí.
Y no podía evitarlo, yo me movía hacia allí, y el velo se despejaba como una niebla espesa que deja ver el sol entre sus brazos.
Intenté moverme, pero no podía.
Por un momento, pensé que no estaba allí, pero ya lo comprendía, mis dudas se habían resuelto.El velo negro se despejó, y la luz me acogió en un fulgurante abrazo.
Necesito terminar.
Esta ultima pagina de la novela y me voy a la cama.
Bajo de renglón en mi ya anticuado Word-X32 y escribo:
“2 de octubre de 2052”Acto seguido pronuncio:
“Apagado completo”Y mi Personal computer cumple la orden en el mismo segundo en el que cierro mis rosados labios.
Vuelvo a colocar las pantuflas en mis ya suficientemente aireados pies. Escupo un fuerte resoplido de cansancio acumulado y cierro la pantalla de mi portátil.
Bajo por las escaleras de caracol y vuelvo a mirar la nota que me ha dejado Kat en la nevera.
La arranco. No tengo ningún interés en leer el puñetero post-it tres veces.
Bebo un vaso de agua y subo a mi habitación extasiado, pensando en cuanto éxito me podría proporcionar mi nueva novela” A las 3 de la madrugada” Que coincidía curiosamente con mi situación horaria actual.
Me quito todo a excepción de los calzoncillos y me duermo pensando en como mi protagonista escapa de su asesino mortal :El cazador de almas.
Mi agresor y el del protagonista se abalanza contra mi (O contra él)Y me despierto sudoroso; pero es sudor frío . Como si tuviera fiebre.¿Sabéis? A veces cuando tengo fiebre alta, emano de mis poros ese escalofriante liquido gélido, que hace que mi cabeza se suma en un sopor de miedo .
Abro los ojos ,enciendo la luz y los vuelvo a cerrar ;una luz tan fuerte no la puede aguantar mi pupila nada mas encender la luz.Como un ciego que ha recuperado la vista, me acerco el reloj a medio palmo de la cara y empiezo a vislumbrar todo lo demás .Mis pies, la puerta la lamparita de noche y la puerta del baño .
Me levanto y pienso que me puedo tomar aún un vaso de leche e irme a la cama. Me desperezo, bostezo y bajo por las escaleras.Voy a la cocina y saco del armarito de la parte de arriba,ya carcomido por las termitas,que con sus afilados colmillos han arrancado una a una las vetas del querido roble que ha dado su anterior robustez al dichoso armario, mi taza con diseño de gato.
Agarro por el asa la cola del felino,y señoras y señores ; el dolor comienza ; y ay amigos, aún no sabia lo que era dolor. ESE PONZOÑOSO DOLOR
Una fuerte red eléctrica se extiende por todo mi cuerpo y termina en la mismísima punta de mi lengua . ¡EN MI CUIDADA LENGUA! Que ha pasado por tantas revisiones, tantos dentistas, ha costado tanto dinero no dejar que se ensucie de cal.
El adormilamiento desaparece y la ponzoña se retuerce , cada vez más, y para. Pero para ,solo para volver a empezar , para dejar un momento de intriga, para que piense que ya ha terminado y volver a empezar .Volver a empezar con el sufrimiento.
El dolor , como ya he dicho vuelve en forma de palpitaciones afiladas como cuchillos de la mismísima cubertería del demonio.
Articulo un gritito ahogado e intento tirar la taza .Pero mi mano esta agarrotada .Tan agarrotada que hago estallar el rabo gatuno en un puño.Para ser exactos en el derecho.
Un hilillo cae desde mi mano hasta el codo y desde ahí gotea al suelo en forma de cálidas gotas de rojizas que irradian las altas temperaturas de la fiebre.
Miro al suelo, y veo al gato que parece estar mirando al vacío, con sus ojos cómicos, abiertos, parecidos a los de la marioneta de un ventrílocuo. Por un momento, veo como sus pupilas se giran hacia mí y el gato sonríe, haciéndome sentir como Alicia en el país de las maravillas
Hay algo que se mueve en mi lengua.Quiere salir. Una nueva punzada y tres nuevas pulsaciones .
El bloqueo desaparece y salgo disparado del lugar subiendo por las escaleras a trompicones.
Subo el ultimo peldaño y trastabilleo; pero llego al baño sin ningún otro problema.
Apoyo las manos en el lavabo y escupo. Sangre.
Abro la boca frente al objeto que me refleja y lo veo. Lo que se alza ante mi es peor de lo que pensaba. Mucho peor.
Es un gusano; un gusano gordo y blanco que parece observarme a través de sus puntos verdes .
¿Es repulsión lo que siento?.¿Dolor?.
Vomito.
Surge de uno de los agujeros varios que hay en mi lengua.Trato de cogerlo,pero noto como se escabulle entre mis dedos índice y pulgar.Mas dolor punzante.
Noto como el inmundo parásito se adentra hacia la parte de atrás de mi lengua, arrancando y comiendo la carne que le haga falta hasta llegar a mi…Estómago .
Cierro la boca raspándome la lengua; escupo, y me doy cuenta de que el rozamiento se ha propinado con tanto ímpetu que noto el sabor a sangre… y a podrido.
No podré evitarlo .Ese asqueroso…Eso, pudrirá mi cuerpo en cuestión de horas .
Arranco un nuevo gritito y , con los ojos casi fuera de su órbita , intento bajar las escaleras a zancada nerviosa .
Tropiezo y caigo por las escaleras, dándome un fuerte golpe en la cabeza .
Más de ese líquido rojo que es necesario para vivir. Laguitos de ese liquido entre las rajas de la palma de mis manos .
Mi visión del mundo ahora es roja. Roja y con palpitaciones.
Vuelvo a fijarme en las sangre y caigo .Siempre me dio pánico .¿Ridículo no?Jajajajaja .
Despierto .Los chorros de sangre y laguitos mencionados antes se han convertidos en charquitos en cada escalón, que son alimentados por uno más grande. El de mi cabeza.
Disparo otro grito . No, mejor llamadlo gemido.
Me levanto solo para volver a caer sobre el frío mármol rosa de las escaleras de caracol .
Había que hacerlo, que coño, lo haría sin pensarlo dos veces .
Bajo arrastrándome por las escaleras que llevan al garaje y suelto un par de… Risas. Pero no son risas normales; son el tipo de risa nerviosa que jamás articularia yo. ¿Quizás el gusano?¿Era el quien me controlaba a través de engranajes y palanquitas diminutos? .Podía ser. Otra risa falsa.
Cojo hilo de pescar del garaje y me lo ato lo mas atrás de la lengua que puedo; desesperado, me arranco el frenillo.
Imagino como el hilo aprieta mi lengua.Y se hincha como el globo de uno de los payasos de las feria que tanto asco y miedo me causan.
Y me rio. Me rio a carcajada limpia hasta llorar.Pero no es mi risa. Es otra.
Vomito otra vez en el suelo cementado del garaje. Más sangre desparramándose junto con la precipitación de judías del día anterior.El olor acre del vómito, me corroe las fosas nasales.
Escupo para quitarme el sabor bílico de la boca y suelto otra carcajada histérica mientras me arrastro por las escaleras y entro en la cocina apoyándome de rodillas con el cuello a la altura de la encimera.
Cojo el Mini-Rodillo que me regalo mi mujer como mejor cocinero de Wave Street y lo muerdo, sacando mas la lengua hacia fuera .
Cojo el cuchillo de carnicero y lo alzo sobre mi cabeza. Un última risa ahogada por el grito que vendría después.
Esta ultima pagina de la novela y me voy a la cama.
Bajo de renglón en mi ya anticuado Word-X32 y escribo:
“2 de octubre de 2052”Acto seguido pronuncio:
“Apagado completo”Y mi Personal computer cumple la orden en el mismo segundo en el que cierro mis rosados labios.
Vuelvo a colocar las pantuflas en mis ya suficientemente aireados pies. Escupo un fuerte resoplido de cansancio acumulado y cierro la pantalla de mi portátil.
Bajo por las escaleras de caracol y vuelvo a mirar la nota que me ha dejado Kat en la nevera.
La arranco. No tengo ningún interés en leer el puñetero post-it tres veces.
Bebo un vaso de agua y subo a mi habitación extasiado, pensando en cuanto éxito me podría proporcionar mi nueva novela” A las 3 de la madrugada” Que coincidía curiosamente con mi situación horaria actual.
Me quito todo a excepción de los calzoncillos y me duermo pensando en como mi protagonista escapa de su asesino mortal :El cazador de almas.
Mi agresor y el del protagonista se abalanza contra mi (O contra él)Y me despierto sudoroso; pero es sudor frío . Como si tuviera fiebre.¿Sabéis? A veces cuando tengo fiebre alta, emano de mis poros ese escalofriante liquido gélido, que hace que mi cabeza se suma en un sopor de miedo .
Abro los ojos ,enciendo la luz y los vuelvo a cerrar ;una luz tan fuerte no la puede aguantar mi pupila nada mas encender la luz.Como un ciego que ha recuperado la vista, me acerco el reloj a medio palmo de la cara y empiezo a vislumbrar todo lo demás .Mis pies, la puerta la lamparita de noche y la puerta del baño .
Me levanto y pienso que me puedo tomar aún un vaso de leche e irme a la cama. Me desperezo, bostezo y bajo por las escaleras.Voy a la cocina y saco del armarito de la parte de arriba,ya carcomido por las termitas,que con sus afilados colmillos han arrancado una a una las vetas del querido roble que ha dado su anterior robustez al dichoso armario, mi taza con diseño de gato.
Agarro por el asa la cola del felino,y señoras y señores ; el dolor comienza ; y ay amigos, aún no sabia lo que era dolor. ESE PONZOÑOSO DOLOR
Una fuerte red eléctrica se extiende por todo mi cuerpo y termina en la mismísima punta de mi lengua . ¡EN MI CUIDADA LENGUA! Que ha pasado por tantas revisiones, tantos dentistas, ha costado tanto dinero no dejar que se ensucie de cal.
El adormilamiento desaparece y la ponzoña se retuerce , cada vez más, y para. Pero para ,solo para volver a empezar , para dejar un momento de intriga, para que piense que ya ha terminado y volver a empezar .Volver a empezar con el sufrimiento.
El dolor , como ya he dicho vuelve en forma de palpitaciones afiladas como cuchillos de la mismísima cubertería del demonio.
Articulo un gritito ahogado e intento tirar la taza .Pero mi mano esta agarrotada .Tan agarrotada que hago estallar el rabo gatuno en un puño.Para ser exactos en el derecho.
Un hilillo cae desde mi mano hasta el codo y desde ahí gotea al suelo en forma de cálidas gotas de rojizas que irradian las altas temperaturas de la fiebre.
Miro al suelo, y veo al gato que parece estar mirando al vacío, con sus ojos cómicos, abiertos, parecidos a los de la marioneta de un ventrílocuo. Por un momento, veo como sus pupilas se giran hacia mí y el gato sonríe, haciéndome sentir como Alicia en el país de las maravillas
Hay algo que se mueve en mi lengua.Quiere salir. Una nueva punzada y tres nuevas pulsaciones .
El bloqueo desaparece y salgo disparado del lugar subiendo por las escaleras a trompicones.
Subo el ultimo peldaño y trastabilleo; pero llego al baño sin ningún otro problema.
Apoyo las manos en el lavabo y escupo. Sangre.
Abro la boca frente al objeto que me refleja y lo veo. Lo que se alza ante mi es peor de lo que pensaba. Mucho peor.
Es un gusano; un gusano gordo y blanco que parece observarme a través de sus puntos verdes .
¿Es repulsión lo que siento?.¿Dolor?.
Vomito.
Surge de uno de los agujeros varios que hay en mi lengua.Trato de cogerlo,pero noto como se escabulle entre mis dedos índice y pulgar.Mas dolor punzante.
Noto como el inmundo parásito se adentra hacia la parte de atrás de mi lengua, arrancando y comiendo la carne que le haga falta hasta llegar a mi…Estómago .
Cierro la boca raspándome la lengua; escupo, y me doy cuenta de que el rozamiento se ha propinado con tanto ímpetu que noto el sabor a sangre… y a podrido.
No podré evitarlo .Ese asqueroso…Eso, pudrirá mi cuerpo en cuestión de horas .
Arranco un nuevo gritito y , con los ojos casi fuera de su órbita , intento bajar las escaleras a zancada nerviosa .
Tropiezo y caigo por las escaleras, dándome un fuerte golpe en la cabeza .
Más de ese líquido rojo que es necesario para vivir. Laguitos de ese liquido entre las rajas de la palma de mis manos .
Mi visión del mundo ahora es roja. Roja y con palpitaciones.
Vuelvo a fijarme en las sangre y caigo .Siempre me dio pánico .¿Ridículo no?Jajajajaja .
Despierto .Los chorros de sangre y laguitos mencionados antes se han convertidos en charquitos en cada escalón, que son alimentados por uno más grande. El de mi cabeza.
Disparo otro grito . No, mejor llamadlo gemido.
Me levanto solo para volver a caer sobre el frío mármol rosa de las escaleras de caracol .
Había que hacerlo, que coño, lo haría sin pensarlo dos veces .
Bajo arrastrándome por las escaleras que llevan al garaje y suelto un par de… Risas. Pero no son risas normales; son el tipo de risa nerviosa que jamás articularia yo. ¿Quizás el gusano?¿Era el quien me controlaba a través de engranajes y palanquitas diminutos? .Podía ser. Otra risa falsa.
Cojo hilo de pescar del garaje y me lo ato lo mas atrás de la lengua que puedo; desesperado, me arranco el frenillo.
Imagino como el hilo aprieta mi lengua.Y se hincha como el globo de uno de los payasos de las feria que tanto asco y miedo me causan.
Y me rio. Me rio a carcajada limpia hasta llorar.Pero no es mi risa. Es otra.
Vomito otra vez en el suelo cementado del garaje. Más sangre desparramándose junto con la precipitación de judías del día anterior.El olor acre del vómito, me corroe las fosas nasales.
Escupo para quitarme el sabor bílico de la boca y suelto otra carcajada histérica mientras me arrastro por las escaleras y entro en la cocina apoyándome de rodillas con el cuello a la altura de la encimera.
Cojo el Mini-Rodillo que me regalo mi mujer como mejor cocinero de Wave Street y lo muerdo, sacando mas la lengua hacia fuera .
Cojo el cuchillo de carnicero y lo alzo sobre mi cabeza. Un última risa ahogada por el grito que vendría después.
Aquella casa abandonada era fría. Muy fría.
Subí a la parte de arriba con cuidado, sin hacer mucho ruido, como cuando llegaba de madrugada en casa de mis padres y no quería que se enterasen de la hora, ni de lo bebida que iba.
-Uf, que frío-dije a la par que en mi semblante se dibujaba una cara de desagrado y seguidamente me frotaba el hombro izquierdo con la mano derecha.
-Quizá haya alguna grieta o algo y por eso hace frío, esta casa esta hecha ruinas.-Me dice él.
-Bueno, espera un momento…Creo que hay una corriente. Alguna ventana está abierta. Si, allí en la habitación del fondo.
Nos acercamos a paso lento. A medida que caminábamos mis dedos se aterían del frío obligándome a meterlos cada vez mas dentro de las mangas. La puerta de roble estaba abierta, como invitándonos a entrar.
Un escalofrío recorrió mi espalda y sentí como me esperaban detrás de la entrada a la habitación.
Abrí la puerta y una tremenda ola de aire gélido me escarchó prácticamente la cara.Los copos entraban fríos y lentos por la ventana y se aplastaban contra la tez de la chica que estaba delante de la cristalera abierta.
su pelo, negro como el carbón, era lo único que quedaba vivo de ella.
La habitación lila, tenía muchos muebles de color cálido con juguetes usados encima. todo estaba cubierto por una manta de polvo gris que se levantaba con cada paso que daba.
No pude evitar no plantar la mirada sobre la niña, la cual parecía congelada. No podía articular palabra. Empecé a tiritar cuando me acerqué un poco más a paso lentísimo.
Me olvidé de mi acompañante, me olvidé de dónde estaba, me olvidé de quien era. Lo olvide todo.
De pronto, la pequeña chiquilla, se agarro como pudo de la cuerda que sostenía su cuello.
Pánico.
Se balanceó en su taburete en su último juego de pies. Y entonces lo vi. Aquel velo de niebla espesa negra. Tan negra como su cabello.
Rompí a llorar. La chica ya no estaba, desapareció tras la bruma.
Subí al taburete. Esperé al siguiente inquilino.
Subí a la parte de arriba con cuidado, sin hacer mucho ruido, como cuando llegaba de madrugada en casa de mis padres y no quería que se enterasen de la hora, ni de lo bebida que iba.
-Uf, que frío-dije a la par que en mi semblante se dibujaba una cara de desagrado y seguidamente me frotaba el hombro izquierdo con la mano derecha.
-Quizá haya alguna grieta o algo y por eso hace frío, esta casa esta hecha ruinas.-Me dice él.
-Bueno, espera un momento…Creo que hay una corriente. Alguna ventana está abierta. Si, allí en la habitación del fondo.
Nos acercamos a paso lento. A medida que caminábamos mis dedos se aterían del frío obligándome a meterlos cada vez mas dentro de las mangas. La puerta de roble estaba abierta, como invitándonos a entrar.
Un escalofrío recorrió mi espalda y sentí como me esperaban detrás de la entrada a la habitación.
Abrí la puerta y una tremenda ola de aire gélido me escarchó prácticamente la cara.Los copos entraban fríos y lentos por la ventana y se aplastaban contra la tez de la chica que estaba delante de la cristalera abierta.
su pelo, negro como el carbón, era lo único que quedaba vivo de ella.
La habitación lila, tenía muchos muebles de color cálido con juguetes usados encima. todo estaba cubierto por una manta de polvo gris que se levantaba con cada paso que daba.
No pude evitar no plantar la mirada sobre la niña, la cual parecía congelada. No podía articular palabra. Empecé a tiritar cuando me acerqué un poco más a paso lentísimo.
Me olvidé de mi acompañante, me olvidé de dónde estaba, me olvidé de quien era. Lo olvide todo.
De pronto, la pequeña chiquilla, se agarro como pudo de la cuerda que sostenía su cuello.
Pánico.
Se balanceó en su taburete en su último juego de pies. Y entonces lo vi. Aquel velo de niebla espesa negra. Tan negra como su cabello.
Rompí a llorar. La chica ya no estaba, desapareció tras la bruma.
Subí al taburete. Esperé al siguiente inquilino.
Última edición: