A veces me da por filosofar un poco y ayer se me ocurrió una duda interesante cuanto menos. Y es sobre cuál es el límite entre nuestro propio mundo y el real. Con sueños y deseos me refiero a todo aquello que define nuestro propio ser en completa satisfacción y conformidad. Por poner un ejemplo, para una persona que lo es todo el dinero sería la mar de feliz por ser millonario. Y por el otro lado está la realidad, no creo que requiera de explicaciones. Volviendo al ejemplo de antes tal vez esa persona no sea me que alguien que cobre un sueldo medio.
Todos tenemos sueños y yo no soy una excepción, yo también tengo a mis propios deseos algunos posibles y otros imposibles. Muchas veces me quedo solo con mi mundo imaginario sin reparar al mundo exterior que no es exactamente como querría. Me gustaría saber cuál es vuestra opinión sobre cuál debería ser el límite de la importancia que damos a los sueños y a la realidad
Todos tenemos sueños y yo no soy una excepción, yo también tengo a mis propios deseos algunos posibles y otros imposibles. Muchas veces me quedo solo con mi mundo imaginario sin reparar al mundo exterior que no es exactamente como querría. Me gustaría saber cuál es vuestra opinión sobre cuál debería ser el límite de la importancia que damos a los sueños y a la realidad