La ortografía, muy bien, pero a veces te comes alguna preposición. El tema de personificar una enfermedad ya está muy visto, pero realmente es difícil cambiarlo, ya que no es fácil encontrar un enfrentamiento más poético. Yo cambiaría un poco más los nombres, porque a la mitad del relato ya averigüé que era un paciente de cáncer y su enfermedad.