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[Entrega de premios] ¡Concurso de Halloween 2020!

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Cerrado para nuevas respuestas.

AltoMandoV

Creador de Pokémon Atemporal
Hola! Yo he publicado un escrito así que no puedo votar en esa categoría. Sin embargo, querría participar en la votación de los sprites:
3er Clasificado (1 punto)
¡Nº 1! Darkrai es mi Pokémon favorito así que lo he tenido que incluír.

2o Clasificado (2 puntos)
¡Nº 9! De los que tiene conexión con historia me parece de los más bonitos. A parte, creo que está muy balanceado el nivel de la historia con el nivel del sprite, por lo que ninguno desentona.

1er Clasificado (3 puntos)
<Redoble de tambores por favor>
¡¡Nº 7!! Simplemente es precioso. Me encanta tanto la idea como la ejecución.

PD: Perdonadme tanta tontería para poner la puntuación, estoy de exámenes y llevo muchas horas estudiando😭😭
 

Laquin

Usuario mítico
3 Puntos: Historia 5. Me ha encantado el contraste del que trata el relato. Empieza describiendo una atmósfera tan agradable (realmente de ensueño, como dice), haciendo que el lector se enamore de ese universo; para, de pronto, cambiar radicalmente la situación. Cada una de las dulces descripciones que se hacen al principio se tornan oscuras después, generando un ambiente más bien depresivo. Tenía su toque poético que ha sabido cautivarme totalmente.
2 Puntos: Historia 6. Creo que el usar a aquel anciano como narrador, al tratarse de una leyenda, ha sido una elección de lo más acertada. Una historia sobre la decepción del Pokémon abandonado. La historia evoluciona de forma que, sin otro remedio, acabas empatizando con Swoobat, comprendiendo el por qué de su sed vengativa. Sin duda, esta narración también logró ponerme en su piel.
1 Punto: Historia 1. En este caso, el paso de la historia no mostraba una evolución tan clara en la situación de los personajes. Desde un comienzo todo es tan tétrico, y muestra cómo, por su desgraciada vida, el paso del tiempo acaba, irónicamente, haciéndoles sentir que este no avanza más. Otra vez no pude más que sentirme cercano a los sentimientos de los protagonistas.

3 Puntos: Sprite 4. Todo lo de esta imagen me encanta; la temática en sí, así como el nivel de detalle no solo del Pokémon sino también del fondo. El uso de paletas es inigualable, y siento cómo este Pokémon puede intimidar y hacernos sentir terror.
2 Puntos: Sprite 5. Incluso sin leer la historia uno es capaz de adivinar que lo que sale del cuerno de la criatura es una especie de gas. Aunque no llegue al nivel de detalle del anterior sprite, se puede ver que la forma está bien trabajada, sin presentar amorfias. El uso de paletas también me parece adecuado, y no parece un Pokémon especialmente alegre, por lo que creo que respeta la temática que se buscaba. La idea del ropaje de piel muerta me parece fantástica igualmente.
1 Punto: Sprite 8. Desde el principio me atrajo la idea de convertir a un Pokémon tan feliciano como Clefable en otro que parece estar... poseído. Incluso las alas se vuelven más carmesís, así como que se puede ver cómo tiene manchas de sangre en su lado derecho de la cara. También me pareció buena idea dejar que tuviera esa sonrisa tan maligna, que aterroriza más que una cara enojada al completo.
 
Última edición:

ReoNeky

Compositor de WaH
Colaborador
¡Como un rayo que de la nada surgió, llega LostBoy para traeros los galardones de este precioso y bonito concurso temático de terror!

Quiero agradecer a todos aquellos participantes y votantes del concurso, sin vosotros esto no sería más que algo mediocre y sin vida, lo único que os diré es que si queréis saber más al respecto, podéis ver la noticia que he preparado en la web acerca de este concurso.

Dicho esto, os dejaré por aquí de quién es cada trabajo:

Historias:

El río del tiempo
Yacían dentro de un viejo bote, sumergidos en total oscuridad, solo iluminados por el fuego ardiente de la cola de su compañero pokémon. Fue así como navegaron durante días en la monotonía de la lenta corriente. El afluente carecía de toda claridad, llevaba por color unos tonos acre y rubí parecidos al de la sangre. De vez en cuando, aparecía un pútrido olor que los dejaba sin respiro por unos cuantos segundos, antes de poder volver a tomar aire. ¿Cuándo fue que cayeron a las profundidades del inframundo? Los relojes, brújulas y demás artefactos parecían no funcionar en aquel lugar.

A pesar de la desolación, sus rojos corazones se mantenían tranquilos, bombeando lentamente sangre en sincronía. Nunca más en sus vidas el silencio llegaría a dominar sus días como en aquel tiempo. A medida que bajaban por el río, se sentían cada vez más cercanos entre sí, su vínculo crecía con el pasar de los días. Disfrutar la sombría sinfonía que formaba el caer de las gotas desde las estalactitas, fue su mayor pasatiempo. Al pasar las semanas de viaje, llegaron a dominar la técnica de precipitación de las gotas, para así predecir el momento exacto en que caerían, pudiendo componer sus propias melodías cargadas de nostalgia. En esas circunstancias solo había una certeza, el río era como el tiempo mismo, infinito. Sin principio, ni final aparente.

Ya a los meses de vivir en el vacío, las palabras se hacían cada vez más innecesarias. Solo con una mirada bastaba para leer sus pensamientos e intenciones. La temperatura del lugar fluctuaba dependiendo las horas del día. Iba desde un frío gélido, propiamente polar, que carcomía sus huesos. Hasta un calor desértico que secaba su piel y sus entrañas. Solo así aprendieron a diferenciar el día de la noche.

De súbito al sexto mes, llegó la niebla y con ella la locura. En el periodo venidero, perdieron la facultad de determinar el transcurso del tiempo. Días, meses y años pasaban y retrocedían, para luego volver a comenzar nuevamente. Cayeron una y otra vez en sucesos cíclicos, en bucles temporales, que los unían uno al otro en una complicidad dancística cada vez más cercana. La lejanía entre ambos era casi imperceptible.

Pronto, ecos de sonidos pasados se repitieron infinitamente en aquellas cavernas solitarias, perturbando sus frágiles mentes y así cayeron los siglos. Se veían a sí mismos, en el turbio reflejo de ese extraño fluido, como seres corroídos y gastados. Inusualmente sus cuerpos parecían no tener mayores afectaciones al paso de los años. Pero no así sus almas, que estaban tenues y debilitadas.

Siglos pasaron navegando sin rumbo, sin voluntad, ni destino alguno. Cuando finalmente sucedió. El sentir de su respiración se hizo lento y pesado. Tuvieron una visión, se vieron caer lentamente, sumergiéndose en las profundidades, como una premonición de lo que pasaría o de lo que había pasado alguna vez. Pudieron sentir como la corriente con el pasar de los siglos se hacía cada vez más lenta. Luego vino la ceguera. Emanada de una luz que envolvió toda su visión. Finalmente, percibieron como el flujo del tiempo se detuvo para siempre. La palabra tiempo ya no existía más y sus almas tampoco, las cuales lograron por fin fundirse en un solo ser, el cual habitó en aquel lugar hasta la eternidad.
Me desperté empapado de sudor. Era consciente de que no había pasado buena noche, aunque no recordaba nada. Nadie recuerda los sueños pero sí las pesadillas, aunque no esa noche. Miré el reloj, 3:23 am; otra noche negro azabache. Llevaba un par de días con sueños en los que combatía contra Azul; y siempre tenía en mí la misma frase: “acaba con ese Raticate”. Mi abuelo, Azul, había perdido a su Pokémon hace ya muchos años, pero no sabía ni cómo ni por qué, puesto que prefería no hablar del tema.

Me volví a echar a la cama.

Abrí los ojos y empecé a oír unos tambores. Los abrí. 3:47. Noté como algo se movía a toda velocidad por mi cuarto y salía por la puerta que estaba entreabierta. Crujió. Me escondí bajo la sábana, creyendo que ésta me protegería. No se escuchaba más que aquellos golpes.

*Pum* *Pum, Pum*

Parecían de una galera vikinga. Saqué la cabeza, congelado de miedo. Vi el colgante de Hypno colgando de mi ventana, y una extraña luz que venía de la calle. En Pueblo Lavanda, las cosas a veces eran sugestivas, y era muy normal pasar miedo. Asomé la cabeza. Antes de llegar a vislumbrar lo que pasaba, noté una respiración en mi nuca. Me giré. Nada.

Los golpes de tambor pararon.

Vi un fuego encendido en el medio de la calle, y lo que parecía un Cubone lanzando cosas a él. ¿Ropa de niño?
Volvieron a empezar.

*Pum* *Pum, Pum*

Eran más fuertes. Más rápidos, incluso.

El Cubone miró hacia mí. Me escondí rápido en la esquina de mi cuarto. Algo estaba encima de mí. Quise gritar. Las palabras no salían de mi boca. Cerré los ojos tan fuerte como pude. Respiró a mi lado.

*Pum* *Pum, Pum*

*Pum* *Pum, Pum*

Los abrí. Dos ojos grandes rojos me miraban. Una criatura con forma de serpiente se alzaba frente a mí. Salté por la ventana y salí corriendo en dirección al bosque, donde pensaba darle esquinazo. Cada vez que miraba, una masa de sombras negras me acechaba más y más. Me tropecé. Caí y me golpeé la cabeza. Estaba sangrando.

*Pum* *Pum, Pum*

Me levanté como pude. Empezaba a ver borroso. Miraba atrás y aquel amasijo negro se cernía sobre mí cual depredador hambriento. No veía. Estaba completamente ciego. Paré. Aterrorizado. Me eché a llorar. Comencé a suplicar clemencia por mi vida, gritando el nombre de todos a los que conocía, pero mis llantos se difuminaban con los tambores.
Aquella cosa se paró delante de mí. Lo noté por el frío que comenzó a asolarme. Se me acercó. Iba a jugar conmigo. Me iba a tortura. Intenté pegar golpes al aire, pero lo atravesaba. ¿Estaba peleando con un fantasma?

*Pum* *Pum, Pum*

Se echó a reír. Estaba disfrutando.

Caí al suelo, de rodillas, rendido. Me apoyé en un pequeño árbol.

-Dus..kull -dijo-.

*Pum* *Pum, Pum*

Y desde ese día, desde ese 31 de octubre a las 3:53, soy otro Phantump más vagando por el mundo. Si oís los tambores, encended las luces y no salgáis.
Después de que Divaby evoluciona a Shamaleon, adquiere una gran conexión con el mundo de los muertos, así como posee distintas habilidades supernaturales características de los fantasmas sin ser uno como tal. En su cuerno se encuentra un material que es capaz de emitir una especie de humo que tiene un aroma agradable, incluso sin ser quemado como lo haría un incienso común.

Utiliza las pieles mudadas como si fueran ropaje debido a que es piel “muerta”, por lo que tiene una cierta conexión mayor con el otro mundo. Este set de habilidades tan peculiares es lo que le permite a este Pokémon ser capaz de comunicarse con el mundo de los muertos, muchas veces actuando como médium en distintas situaciones como casas embrujadas o posesiones fantasmales. Con ayuda del humo que desprende su cuerpo, es capaz de calmar hasta al más agresivo de los espíritus, siendo de gran ayuda para este tipo de trabajos de comunicación con aquellas almas que están en el más allá.

En sus ojos pareciera que siempre está en trance, puesto que el estado en el que siempre se encuentra le permite no sólo ver como normalmente lo haría un Pokémon o incluso un humano, sino que también le permite ver lo que se esconde en otros planos de la existencia como distintos tipos de espíritus.

Sus poderes se almacenan específicamente en esas esferas o perlas que crean el cinturón que sostiene sus ropajes, y en la antigüedad las personas las usaban para potenciar a sus propios Pokémon de tipo fantasma o ganar ellos habilidades para comunicarse con los muertos. Hoy en día esas prácticas se han reducido bastante, debido a que el quitarle una de esas perlas al Pokémon implica hacerle un daño físico irreparable, pues se considera que son órganos especializados de este mismo Pokémon. Sin embargo, a pesar de que muchas de esas prácticas han caído en el olvido, aún se encuentran muchas perlas que datan de antaño que aún mantienen la mayor parte de su poder, e incluso se han logrado hacer réplicas con similares propiedades gracias al uso de la energía infinita, forma de energía que otras corporaciones como Devon y Silph.co. han usado por años.

Al comunicarse directamente en el más allá, entra en un estado profundo de trance, en el que pareciera que el Pokémon está muerto. A pesar de esto, la verdad no podría estar más alejada, puesto que es sólo un estado subconsciente que le permite proyectar su mente y espíritu para comunicarse con los que ya no están con nosotros.
Lo único que recuerdo era que estaba jugando con mi mejor amigo Tim Kowalski. ¡No sabes cómo me la paso de bien con Tim! Jugamos todos los días, es un niño de 8 años, como yo, él único que me comprende y conmigo. Pero ahora… No entendía dónde estaba, solo que llevaba días en un pequeño cajón metálico, todo estaba oscuro y olía a basura. ¿Dónde estaba Tim? ¿Me había abandonado allí? ¿Acaso se había vuelto igual de malo conmigo como los otros niños? Golpeé con tal fuerza que la pared metálica del contenedor se rompió y me arrastré por la pequeña grieta que se formó. Los bordes irregulares raspaban mi piel que se deshilachaba a medida que me abría paso.

Llovía a cántaros y el único lugar donde podía resguardarme era en la vieja mansión que se encontraba junto al callejón. Sentía rencor e ira: Tim se había burlado de mí, era igual que los otros chicos y ahora me encontraba herido, explorando los tenebrosos confines de dicha mansión abandonada. Un rayo calló y por unos instantes pude observar una figura fantasmal reflejada en el cristal de una ventana. ¡No estaba solo ahí! Corrí por un pasillo y me escondí tras una puerta. Escuché una risa femenina proveniente de una de las habitaciones. El dolor de mi cuerpo comenzó a volverse placer, metía mis dedos en las heridas y me gustaba. Cegado en aquel trance decidí entrar a la habitación, para mi sorpresa había una pareja de jóvenes riendo y dándose besos, se sobresaltaron cuando me vieron arribar.

- ¡Un Banette! -gritó el asustado joven mientras sacaba una Pokéball de su bolsillo.

Esquivé el lanzamiento y con la inercia derribé una columna. Una de las vigas del techo cayó sobre la cabeza de la chica abriéndole la cabeza y cubriendo el suelo de un charco de sangre y sesos. El joven quedó petrificado, de sus manos resbaló el candelabro que sostenía y el fuego de éste comenzó a quemar las cortinas. La luz de la creciente llamarada me hizo notar el reflejo de la ventana, le sonreí con gusto al ver como ese Banette me devolvía la sonrisa y fue allí cuando acepté mi verdadera naturaleza.

No recuerdo cuanto tiempo observé con deleite como los cuerpos de los jóvenes se carbonizaban mientas la casa ardía en llamas. Las semanas pasaron hasta que una noche escuché una voz familiar: ¡Era Tim! Tenía una linterna y buscaba en el basurero me habían encerrado.

- ¡Bonny! -dijo mientras sacaba un muñeco de trapo maltrecho-. ¡Eres tú! ¡Por fin te he encontrado! Mis padres me habían dicho que te habías ido ¡Pero aquí estás!

Sus palabras eran vacías para mí… Tim era como los otros chicos y me había abandonado en un basurero. Esta vez le haría sentir lo que siente un muñeco de trapo abandonado.

Unas semanas después a la casa de los Kowalski arribó un pequeño paquete acompañado de una carta y una foto:

Hola, mamá, hola, papá, me gusta mucho este lugar. Por fin he encontrado a Bonny, estoy feliz de que ya no esté perdido. Hemos estado jugando mucho. Aunque ahora me duelen los ojos y no puedo ver nada con ellos. Bonny dice que a donde voy no voy a necesitarlos más. Los envía en el paquete para que me recuerden. Lamento que ustedes no estén aquí para jugar también con Bonny...

Tim
El vivo verde de los pastizales se mezclaba con los coloridos y alegres tonos de las flores, árboles y arbustos para dar lugar a una imagen de ensueño, perfecta e irreal.
En el aire, una pequeña bandada de mariposas revoloteaba abriendo y cerrando sus amplias alas, jugando en el viento. Detrás, la rosada y gelatinosa figura de un pequeño Ditto se tambaleaba persiguiéndolas entre tumbos. En más de una ocasión parecía que lograría atraparlas pero cuando las tenía a su alcance y podía verse una sonrisa de satisfacción en su rostro, un único aleteo ponía fin a su júbilo.

Tras una inspección minuciosa, podían notarse manchas de un lívido rojo carmesí sobre su cuerpo, completando su apariencia inocente y patosa... ¿Serían producto de las moras, fresas u otras frutas que coronaban la abundante vegetación? ¿O tal vez alguna flor que le había impregnado su pigmento?

Fuera del dorado marco, alguien contemplaba con sumo interés e inexplicable sosiego aquella bella pintura al óleo. Formaba parte de la nueva exposición que había llegado al museo hacía apenas un mes, si bien su nutrida gama de vívidos colores y su temática cotidiana y relajante la distinguían de las demás: era difícil de encontrar en un primer vistazo pero imposible de perder de vista una vez descubierto.

Tenía algo hipnótico: había ido al museo cada día durante todo el mes. No sabía por qué sentía ese impulso que le obligaba a volver y con solo verla sentía una fugaz excitación apoderándose de su ser: un breve instante de adrenalina que terminaba en calma y luego paz.

Aquel día, sin embargo, fue diferente: sintió cada músculo de su cuerpo tensarse tan pronto hubo posado su mirada sobre la imagen, comenzó a jadear y su visión empeoró repentinamente: una tenue bruma alba en su visión periférica, dio paso a un remolino de formas difusas que terminó por volverse oscuridad total.
Al recuperar la visión, se encontró fuera del museo pero aún en un sitio que le era familiar: la pradera del cuadro que, aún inconfundible, estaba cambiada: los tonos verdes rebosantes de vida, eran fríos y tristes grises; el sol se había puesto ya y la abundante vegetación parecía más bien escasa. Divisó las mariposas y descubrió con espanto que no jugaban felices en el viento, escapaban temerosas del pokémon cuyas manchas, cobrizas y opacas, eran indudablemente sangre seca.

Sintió el aroma putrefacto de cadáveres en descomposición que emanaba una montaña de aparentes trofeos de caza: pokémon, animales y humanos que habían sido un banquete para Ditto.
No estaba lejos cuando una dolorosa punzada en su cuello precedió a su cabeza rodando sobre la tierra. Junto a ella, un jazmín se volvería rosa, con su sangre por tinte y sus huesos por espinas.
Lo último que vio fue a Ditto arrancando cada pedazo de su cuerpo y convirtiéndose en una copia exacta de su propia apariencia. Luego se sumió en un estado de semiinconsciencia, invadido por el agónico sufrimiento que le acompañaría para toda la eternidad.
Resulta inevitable pensar, en una noche como esta llamada Halloween, en la peor de las pesadillas del mundo Pokémon. Rezo, hijo mío, porque jamás te encuentres con él.
Lo primero que oirás será un sonido agudo, ensordecedor, que se apoderará de tu mente como lo hace el tumor en la carne; luego, un aleteo huracanado recorrerá tu nuca y, posteriormente, el escalofrío del advenimiento. Después de ese momento— siento ser tan brutalmente sincero —no habrá otro; el tiempo cesará y con él las angustias y la congoja; habrá paz en tu muerte.
¿Su nombre? Swoobat. ¿Su origen? Desconocido. Tan solo sé lo que se dice por ahí: fábulas y cuentos de viejas que— estoy seguro —son meras sombras difusas de lo que yace en la realidad.

¿Estás seguro? En ese caso, permíteme dar pábulo a la fantasía de esas voces…
Dicen que, en un inicio, fue amado; sí, querido por su entrenador, hasta que un día el Pokémon se despertó solo y abandonado. Aguardó noches y días enteros pero su entrenador— ese malnacido bastardo —jamás regresó… ¡Qué fácil es el paso del amor al odio!, sobre todo cuando te traicionan. Y así sucedió: deambulando el exhausto Pokémon por una caverna solitaria, tras meses malviviendo de las entrañas de pequeños Joltik, lo encontró— a su entrenador, digo. Le vio feliz y despreocupado, alimentando a su pequeño Noibat. Su corazón ya no halló jamás la paz, ni el perdón, ni el amor; tan solo hubo espacio para la desolación, el llanto y la muerte.
Preso de la ira, sus ondas ultrasónicas quebraron la roca caliza de la caverna, las cuales encontraron nuevo hogar en la carne de su entrenador. No fue intencionado pero algo en su alma lo alivió. Su locura y sed de sangre tan sólo habían comenzado. Continuó con el Pokémon acompañante, el cual lloraba amargamente la muerte anunciada de su fiel amigo: los ojos, casi sin vida, del muchacho vieron como su nuevo amigo era despedazado por el Aire Afilado de un Pokémon que no lograba reconocer, un Pokémon malvado, oscuro como la sangre y cuyos ojos eran vacíos e insondables. En su cara— de quien, en realidad, era su viejo Swoobat —sólo había una sonrisa condescendiente y gratificada por su crimen.

Las tenues voces, aquellos capaces de entonar semejante atrocidad sin aflicción, comentan que arrebató el pelaje de aquel Noibat a mordiscos y los tomó para sí, convirtiéndolo en suyo, con el fin de asemejar, en la profunda oscuridad de las cavernas, ser un Pokémon dócil e inocuo. Las tenues voces, aquellas capaces de entonar semejante atrocidad sin aflicción, hablan de que asimiló incluso su propio cántico, el sonido propio de Noibat, para que jamás otro entrenador lo ignore por ser más débil que un Noivern.

Hijo mío, recuerda el consejo de este anciano: nunca deambules por una cueva de Teselia; y si lo haces, ten siempre a mano unos repelentes, el Pawniard de tu padre y una Cuerda Huída por si acaso.
EL ÚLTIMO AULLIDO

Año 1550 - Bosque de los Perdidos - Región Teselia

Las distantes punzadas de plata y la gran luna celestial era la única luz en esta noche serena, mi suspiro acelerado y las suaves pisadas de mi Arcanine sobre la hierba hacían un compás perfecto de incomodidad, acompañado de aleteos de los Noctowl y los Honchkrow. Jugaba a ser cazador, pero yo era la presa. Sientes que eres tan minúsculo ante la bestia, pero a la vez tan grande. Sus aullidos hacia la luna, son reflejos de su ira ante los humanos. Yo era un cazador de brujas y licántropos, de alta reputación, pero ahora entre estos páramos solitarios era significado de ser nada. Me adentraba hacia lo desconocido, cada paso era sinónimo de desesperación.

Todo comenzó dos meses atrás, cuando llegué a Pueblo Musgo. Sus habitantes eran desasosegados, el ambiente era incómodo, al llegar a un forastero como yo, sus miradas eran como mil puñales que se te clavaban a lo largo del cuerpo. Vine desde Ciudad Mayólica, por petición del Gobernador. Me ofrecieron una jugosa recompensa, a cambio de acabar con las bestia que atormentaba a este pueblo cuando había luna llena.

Estuve un mes investigando, pero la bestia atacó el pueblo, con toda su ira. Los cuerpos cubrían la plaza principal, pero fueron quemados, por la creencia de que se podía transmitir la maldición. Sin embargo, no era una imprecación, el licántropo según los testimonios y mis pruebas era un Zoroark; por las mañanas se ocultaba entre los habitantes, bajo su habilidad de Ilusión, bajo la luna llena perdía su habilidad y volvía a la normalidad.

Y ahora aquí me encuentro… caminando como si tuviera un puñal en el corazón, la merced del viento chocaba contra mí, este es mi mejor encargo; sería arder en el agua, o ahogarse en el infierno. Los ojos de la bestia eran carentes de cualquier luz humana. Llegamos al corazón del bosque, siguiendo la estela de muerte y destrucción, extremidades desgarradas de otros cazadores. Los cazadores fueron arrastrados al definitivo sueño de la muerte, ninguna palabra serviría para describir el sentimiento que en valgo en lo más profundo del alma, al ver semejante horror.

No había nada, solo un rastro de perdición. Noté en mi cuello una fuerte respiración… el miedo a estas alturas era subjetivo, esa respiración transmitía odio. Me giré, y ahí estaba la bestia, Zoroark. Se relamió y alzó su mano, desgarró el viento con sus garras, pero cuando iba a matarme, Arcanine atacó por sorpresa y lo tumbó con A Bocajarro. Iba a atravesar su cráneo con mi ballesta, una Zorua salió. Zoroark se levantó y me lo contó todo por telepatía. Ahora todo tenía sentido. La bestia y su cría fueron víctimas de una maldición, a manos de una bruja: Zoroark era un hombre y un viejo padre de familia, y Zorua era su hija. Él mataba para mantener alejados a los cazadores, cuando comenzaron a adentrarse en el bosque, por los rumores.

Fuímos a la casa, pero estaba casi en ruinas. Había una bruja muy decrépita. Me vio y lanzó un rayo de magia, pero Zoroark la distrajo y con mi ballesta le clavé una flecha. La decapité y se rompió la maldición, ambos se abrazaron, salimos de la casa e hice que ardiera. Esta es una de mis historias, yo soy... Huntley Van Hansel.

SPRITES:
1.ª Sprite (@D75Games)


2.ª Sprite
(@Cheve_X)


3.ª Sprite
(@Jul)


4.ª Sprite
(@Ema.D.Art)


5.ª Sprite
(@Red7246)


6.ª Sprite
(@Xiros)


7.ª Sprite
(@Frander_Pikapro)


8.ª Sprite
(@DubucDark)


9.ª Sprite
(@Juanjo)


10.ª Sprite (@EuroFer)


11.ª Sprite (@Drakymino)


¡Y una vez mostrados los trabajos con sus respectivos dueños y dueñas, vamos a lo que todo el mundo espera, el ranking!

Ranking Historias
1º - Historia Nº2 de @AltoMandoV 28 puntos
2º - Historia Nº4 de @Juanjo 26 puntos
3º - Historia Nº7 de @Licaon 24 puntos
4º - Historia Nº5 de @Fran Agustin 16 puntos
5º - Historia Nº1 de @Nacho 7 puntos
6º - Historia Nº3 de @Red7246 5 puntos
7º - Historia Nº6 de @Aguiar 2 puntos
Ranking Sprites
1º - Venusaur de @Ema.D.Art 47 puntos
2º - Clefairy de @DubucDark 29 puntos
3º - Squirtle de @Frander_Pikapro 18 puntos
4º - Zoroark de @Drakymino 13 puntos
5º - Electrode de @Xiros 8 Puntos
6º - Tim de @Juanjo 8 Puntos
7º - Darkrai de @D75Games 5 puntos
8º - Gastly de @Jul 4 puntos
9º - Shamaleon de @Red7246 3 puntos
10º - Swoobat de @EuroFer 2 puntos
11º - Majora de @Cheve_X 2 Puntos

Así que nada, dar mi enhorabuena a los ganadores en Historia:
@AltoMandoV, @Juanjo y @Licaon.

Sin dejar de lado a los ganadores en Sprites:
@Ema.D.Art, @DubucDark y @Frander_Pikapro.

Premios Historias


Premios Sprites


¡Agradecer a @Rdio. por su gran labor como diseñador dedicándonos su esfuerzo en los premios, sin él los concursos no tendrían el mismo color, ni calidad, mil gracias!​

¡Antes de iros aún no ha terminado todo! Tenemos aún otro permio más, a petición popular de l@s usuari@s se va a otorgar el Premio Nostalgia a @Xiros con su Electrode calabaza, la comunidad ha decidido premiarle con este pequeño premio como recompensa por su originalidad, interés y esfuerzo que ha dedicado y está dedicando a nuestra comunidad.
¡Enhorabuena, te lo mereces!


¡Y con esto concluye el Concurso de Halloween de 2020, espero veros aparecer en próximos concursos, se vienen más y mejores!

Más información sobre el concurso en la noticia de la web, pinchando aquí.
 
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Drakymino

La melancolía es felicidad...
-Wow, quién lo diría, un concurso muy bien preparado,organizado y trabajado por el staff, este Concurso de Halloween 2020 fué brutal, la verdad me hizo sentir mucha emoción y hasta tensión...al ver quiénes votaban por quién, etc, y también, tengo que felicitar a los ganadores, que son @Ema.D.Art - @DubucDark - @Frander_Pikapro y a nuestro querido @Xiros ...lo voy a decir, se curraron muchísimos esos sprites/pixel arts...me encantaron en mi opinión personal, si tuviera que destacar uno, sería el de Ema (me acabo de dar cuenta que el 1ro y el 2do lugar, son Venezolanos, y contándome a mí, que quedé de 4to...tendré que decir...QUE VIVA EL ARTE VENEZOLANO). También tengo felicitar a los ganadores de Historias, apuesto a que se esforzaron mucho o por lo menos un poco en sus historias, a pesar de que pudieron dar más la talla, me gustaron.

-Y para nosotros, los que no ganamos premios, recuerden que lo importante no siempre es ganar, sino participar, y sentir la adrenalina correr por nuestras venas al divertirnos tanto en lo que amamos(supongo) hacer, además, siempre hay otra oportunidad...quién sabe...tal vez en un próximo concurso podamos cumplir ese objetivo que todos queremos lograr. Bueno, y con esto me despido, saludos a todos y suerte para la próxima!
 
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Xiros

¡Pokémon Omega con actualización del 30/8!
Miembro de honor
Felicidades a todos! Un concurso que ayer se movió fuerte con las votaciones y ya había comenzado muy bien con una buena participación.

Y muy positivamente sorprendido por el premio nostalgia, muchas gracias a todos! Me encantó!!

Ojalá la comunidad y los concursos sigan creciendo día tras día!
 

Juanjo

Hacker del pasado... Compilador del presente
Miembro insignia
Felicidades a los ganadores. De verdad ha sido un concurso muy movido, con grandes rivales en las historias.

Ante todo felicito a todos los que leyeron y votaron historias por el tiempo que se tomaron en leer lo que nosotros teníamos que decir. Eso es el verdadero premio creo yo.

También a @AltoMandoV porque fue una batalla muy reñida. Hasta el final no pudimos saber quien ganaría.

También al resto de mis contrincantes @Nacho @Red7246 @Fran Agustín @Licaon y @Aguiar por sus historias. Lo primero que hice fue leerlas todas :3

También felicito a quienes hicieron sprites sin ser expertos (y por supuesto al increíble sprite de @Ema.D.Art y al resto de sprites profesionales), la verdad me divertí saliendo un poco de mi zona de confort y haciendo uno, donde sabía que no tendría posibilidad de ganar y aún así me sorprendí al obtener votos.

¡Un saludo robótico! Pronto tendrán más noticias y sorpresas de mi parte.
 
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