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Ley lingüística del 80/20 | ¿Podemos expresar el 80% de lo que escribimos usando sólo un 20% de las palabras?

Micael_Alighieri

Emperador Kaktiácero
Redactor/a
Miembro de honor
Hace tiempo me topé con un concepto curioso de un economista italiano llamado Vilfredo Pareto. Él observó que en su época, alrededor del 80% de la tierra en Italia pertenecía al 20% de la población.

Con el tiempo, este patrón empezó a encontrarse en muchos otros ámbitos: en los negocios, en la gestión del tiempo, en la resolución de problemas, en la distribución de recursos… aunque no siempre se cumple al pie de la letra, la idea se repite bastante.

El principio, simplificado, conocido como ley 80/20, dice que el 80% de los efectos suele estar relacionado con el 20% de las causas. Y aquí viene lo interesante: creo que esto también se puede aplicar al lenguaje. Probad a coger un texto cualquiera, contad cuántas palabras tiene y luego intentad expresar lo mismo, pero usando máximo un 20% del total de las palabras. Por ejemplo: si el original tiene 100 palabras, buscad la manera de resumirlo en 20.

En mi opinión, esta aplicación “lingüística” es especialmente útil, porque ayuda a hacer resúmenes, sinopsis o simplemente a sintetizar mejor las ideas, evitando la complejidad innecesaria.

Os dejo un ejemplo práctico para demostrarlo, esto sería un texto de 100 palabras antes de la aplicación del concepto del 80/20:
En la actualidad, las personas se enfrentan a una sobrecarga de información que proviene de múltiples fuentes: redes sociales, medios de comunicación, publicidad e incluso conversaciones cotidianas. Esta acumulación constante hace que resulte complicado discernir qué es realmente importante y qué es accesorio. Por eso, cada vez es más valiosa la capacidad de síntesis: separar lo esencial de lo secundario para tomar mejores decisiones, ahorrar tiempo y reducir el estrés. La habilidad de resumir, seleccionar y priorizar se convierte así en una herramienta fundamental no solo en el ámbito académico, sino también en la vida personal y profesional.
Parece bastante largo y complejo, ¿verdad? Pues ahora probad a leerlo de nuevo, esta vez aplicando esta estrategia:
Vivimos saturados de información; saber sintetizar lo esencial ayuda a decidir mejor, ahorrar tiempo y reducir estrés en cualquier ámbito.
¿Qué pensáis? ¿Creéis que la ley del 80/20 realmente está presente en más aspectos de la vida de los que nos damos cuenta? Y si es así, ¿cuáles aspectos de la vida os gustaría indicar?

Os invito a compartir vuestras reflexiones, y si lo deseáis, a aplicar este concepto y compartirlo en tiempo real.
 

Morti

I'll greet the sunrise, maybe...
Miembro del equipo
Moderador/a
"El poder humano está en la capacidad de reducir a los colosos universales en meros conceptos de apenas un párrafo."

Siempre lo he visto de esta manera, desmantelar las complejidades requiere inteligencia, pero simplificarlas para que otros lo entiendan mejor requiere sabiduría. Esto es debido a que muchas personas se pierden en la explicación y no en el punto de esta, lo que ocasiona una infinidad de malentendidos y desviaciones intelectuales con necedad de no retroceder a lo que ya se ha asimilado.

Ahora bien, tal como mencionas esto de discernir limpiando todo aquello que sobra esta presente en demasiados aspectos de nuestras vidas, en los problemas, en las soluciones y si, en las ideas, vale mucho la pena aplicarlo en por ejemplo, entender porque alguien está molesto contigo en lugar de perderte en sus reclamos o en lo que podría resultar para ti ofensivo y atacarle de vuelta.

No se si podamos llegar al punto de escribir o actuar solo en lo esencial, pero si creo que somos capaces de retener y discernirlo en nuestra vida diaria, tu análisis es muy interesante.
 

Mariofan

Jugando Doom en un microondas
Entiendo el punto, sin embargo, creo que en el ejemplo dado la sintesis hace que se pierda información. Y no se porque, pero me recordó a la neolengua de 1984. ¿Por qué tendríamos que gastar en decir que algo es "malo", cuando podemos simplemente decir que es "no bueno", y así eliminamos la palabra "malo" del diccionario.

Que algo sea "no bueno" es inmediatamente sinonimo de que es "malo", ¿No?, ah no espera, que si no existe el concepto en el diccionario, no podemos siquiera pensarlo.

¿Y si sintetizar implica también dejar de pensar en los matices de la información?
 

Micael_Alighieri

Emperador Kaktiácero
Redactor/a
Miembro de honor
Entiendo el punto, sin embargo, creo que en el ejemplo dado la sintesis hace que se pierda información. Y no se porque, pero me recordó a la neolengua de 1984. ¿Por qué tendríamos que gastar en decir que algo es "malo", cuando podemos simplemente decir que es "no bueno", y así eliminamos la palabra "malo" del diccionario.

Que algo sea "no bueno" es inmediatamente sinonimo de que es "malo", ¿No?, ah no espera, que si no existe el concepto en el diccionario, no podemos siquiera pensarlo.

¿Y si sintetizar implica también dejar de pensar en los matices de la información?
Irónicamente, cuando se aplica este principio y te paras a revisar este detalle, tiendes a utilizar la síntesis como sinopsis, por lo que se genera un efecto inverso.

Cuando llevas lo suficiente con estos temas, terminas por descubrir que el todo no es exactamente igual a la suma de sus partes, existen interacciones que emergen de todo eso, así que debemos tener cuidado.
 
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